ALA.NI, el jazz que escucharías para dirigir Manhattan

Como Woody Allen, o creyéndote que lo eres (no serías el primer caso: véase Au Revoir Taipei, Buscando un beso a medianoche y otras). El típico homenaje que se lleva a cabo en tu ópera prima, donde pretendes dejar clara tu impronta, pero también tus influencias y, de algún modo, agradecerles su trabajo sin ser una mera imitación de sus obras. Eres lo que ellos te han convertido, pero tienes tu propio carácter y nuevas cosas que decir (desde tu prisma). ¡Ánimo!

¿Por dónde iba? Ala.Ni, sí. Ala.Ni ha estado sonando en internet (y en otros países más físicos) desde principios de este año, cuando lanzó el single Cherry Blossom, desde entonces, 3 EPs la preceden: You & I: Spring, You & I: Summer y You & I: Autumn. Y aunque para mí todas sus canciones suenan al otoño, muchos estarán deseando que llegue ya el invierno (diciembre, concretamente), quizás entonces tenga suficiente material juntado para publicarlo en un único álbum, o quizás se sienta más cómoda trabajando así. Algo similar a lo que hizo la banda Bishop Allen, aunque no tan drástico, cuando en 2006 publicó un EP al mes (con el nombre de cada mes en el título), con resultados más que notables (y que superaron cualquier tipo de expectativa y mostraron a una banda en plena efervescencia creativa sin hacer algo verdaderamente nuevo).

Ala.Ni es muchas cosas: es compositora, es cantante, es jazz, es indie y es trip-hop; todo desde una apabullante sencillez. Canciones como, Cherry Blossom, Ol Fashioned Kiss, Suddenly y la más nueva Roses & Wine así lo atestiguan. Y como ya ocurría con Benjamin Clementine (otra de las grandes sorpresas que ha deparado este año, y no sólo en cuanto a música negra se refiere), Ala.Ni ha llegado al reconocimiento público a través de Francia, a pesar de su procedencia londinense. Pero eso es todo lo que ambos tienen en común, pues Ala.Ni es bastante más corriente, sin que esta palabra de por sí lleve connotaciones negativas.

ALA.NI, la elegancia del jazz siempre presente

Ala.Ni, que como ya hemos dicho, nació en Londres, comenzó como corista de Andrea Bocelli (a quien te recomendamos en nuestra lista de duetos musicales), Mary J. Blige (diva de la música negra a quien también te recomendamos en colaboración con Ja Rule en nuestra lista de rap romántico), Blur y más tarde de Damon Albarn en solitario.

Hasta dónde llegará su registro de voz en solitario, no lo sabemos, pero por el momento ha decidido dejarse llevar por un sonido casi de vinilo, años 40 si me preguntaran, con el sonido del disco girando. Todo muy melancólico, como suele ser el jazz, sobre todo los domingos. De hecho, algunos ya han definido su sonido como una mezcla de la música de Broadway, sobre todo Judy Garland, pero también Billie Holiday. Palabras mayores.

Puede que su nombre no os suene por ahora, pero si su carrera sigue así, si la música, aunque con olor a antigüedad, sigue siendo tan agradable, diferente y personal como hasta ahora ha demostrado, puede que en un futuro se convierta en una reconocida artista. Esto es algo, además, que se le da bastante bien a los franceses; darse notoriedad, aunque no sean franceses los artistas que atesoren y publiciten (su compañía discográfica, No Format!, está afincada en París).

Mi amor por ti surgió en primavera, y floreció en el sol del verano; el otoño mató las hojas verdes frescas. Para el invierno todo estaba dicho y hecho.

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