El cantante francés Damien Saez es bastante conocido en este foro. Hace un tiempo realizamos una triple reseña de su álbum Messina (Messina, de Saez y Messine), que parecía posicionarle definitivamente como uno de los cantautores más únicos del momento en el mundo entero, capaz de tratar cualquier tema y cualquier melodía con una facilidad pasmosa (si se hace un seguimiento de su carrera, podemos ver una clara evolución del rock más clásico hacia una música mucho más instrumental, pero entre medias llegó incluso a flirtear con la música electrónica). Ahora es noticia, no por un nuevo disco, sino por la publicación de dos nuevas canciones en la página web culturecontreculture.
El primero de los dos temas publicados por Saez, Les enfants paradis, nace bajo la influencia del atentado en la Sala Bataclán de París, siendo una canción más localista líricamente de lo habitual, aunque quien haya seguido la carrera de este hombre en seguida entenderá las referencias a la cultura francesa (y belga) que aparecen a lo largo de los más de cuatro minutos que acompañan a una melodía clásica de piano. Nada más escuchar las primeras notas, muchos oyentes podrán sentir el dolor que le supuso a mucha gente lo ocurrido, y la letra lleva todos esos sentimientos varios pasos más allá.
El autor de J’accuse y Jeunesse lève-toi reapareció en su página oficial de Facebook el 11 de junio de 2016 (después de tres años de ausencia), a través de unos misteriosos mensajes y un vídeo que terminaba como un manifiesto. Un mimo triste -interpretado por el mismo Saez- intentaba plantar flores en un desierto de arena de tono sepia. Mientras tanto, un texto aparece como parte de la imagen y se lee: “si todo el mundo está llorando, debemos hacer de desiertos, campos de flores”, todo esto junto a una inquietante melodía que se escuchaba durante unos diez minutos. Al igual que su autor, casual y contestatario, este cortometraje ya no está disponible en su página web.
Llena de melancolía, llena de embriaguez, de esperanza y de alegría de vivir en un mundo repleto de tristeza. Todo eso y mucho más es lo que evoca Les enfants paradis, que se puede escuchar junto al otro tema disponible para descargar (Tous les gamins du monde), de estructura semejante, pero con una longitud mayor y un crescendo lleno de emoción, un sentimiento que este cantautor francés controla a la perfección, casi como si hubiera sido originado por él mismo (a través del uso y la composición de una melancolía muy patente en cada nueva pista musical, salvo en aquellas donde expresa rabia e ira rock, aunque en esos casos tiende a dividir estilos en función de diferentes álbumes).
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.