*He descubierto que el sitio web Timber Chronicles ha desaparecido de la red como dominio activo, solo disponible en Wayback Machine (Internet Archive), por lo que me he propuesto recuperar algunos de mis escritos publicados en torno a 2012.
Con dos años de retraso (y su secuela estrenada este año en Japón), llega a nuestros cines Outrage, de la mano de Media3 Estudio, distribuidora especializada en el cine asiático.
Durante los años 90, el cine asiático, y en especial el proveniente de China y Japón, demostró ser uno de los más potentes a la hora de ofrecer cintas de acción y thrillers de calidad, estilizados y llenos de ritmo. Esta tendencia, con la llegada del nuevo siglo, ha ido, si cabe, en aumento año tras año, dándose el caso de que Corea del Sur se ha vuelto uno de los mercados más competitivos en este sentido, con algunas de las mejores obras de la pasada década.
Takeshi Kitano, conocido no sólo por su trabajo como actor y director de cine (todo un artista polifacético), se ha ganado su fama como cineasta fuera de Japón gracias a películas centradas en la temática Yakuza, en las que entrábamos de lleno en el mundo de la mafia japonesa.
Vuelve el Takeshi Kitano de la yakuza, violento, reflexivo y criminal
Tras un período de tiempo dedicado a un cine más personal, Kitano (como bien reza el poster publicitario) ha vuelto a sus orígenes, las historias que giran alrededor de la Yakuza.
En esta ocasión, nos encontramos ante una cinta visualmente atractiva, sobria en su manera de contar y técnicamente perfecta. Desde el primer minuto va tan directa al grano, que eso se acaba convirtiendo en su mayor defecto. La historia trata sobre unos yakuzas, sin más vida que la que se ve en pantalla, que se engañan entre sí para ascender posiciones dentro de la mafia y ganarse el favor y la simpatía del Presidente de toda la organización o líder de las familias, en una de las cuales trabaja el personaje interpretado por Kitano, que parece ser el único que aún se rige por los códigos de antaño de la Yakuza.
El espectador acaba por no involucrarse en la historia; la película se sostiene en un esquema de continuo ir y venir de personajes de una reunión a otra, y entre medias, asesinatos (o asesinatos, y entre medias, reuniones). No cansa, pero tampoco engancha.
Interesante y equilibrada propuesta, sin un solo altibajo, nada más y nada menos. La cuestión, finalmente, es la de averiguar si lo que se nos está contando es lo que realmente es, y que de ser así, la película acaba dándonos en toda la cara, con un final sobresaliente que acaba por mostrar qué ocurre y cómo es ese mundo y las personas que trabajan en él.
Vi y califiqué Outrage con ★★★ el martes 23 de octubre de 2012.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.