Crítica de Taipei Exchanges

Taipei Exchanges
Una vez más, hablamos de una película asiática, y una vez más de un film realizado y producido en Taiwán. En este caso, se trata de una cinta aún más desconocida que Au Revoir Taipei, de la que hablamos ayer. Taipei Exchanges no es tan vendible al exterior, es una película pequeña, diminuta y tan disfrutable como tomarse un café con leche en la terraza de un bar en plena primavera; agradable, medianamente reflexiva y en cierta medida pasajera.

Alguno se preguntará por qué mis primeras críticas escritas en Filmaffinity pertenecen a películas tan desconocidas. La respuesta es bien sencilla: aún aceptando que lo hacía para asumir y superar el escrutinio ajeno, preferí hacerlo a pequeña escala. No es lo mismo que te caigan 60 negativos de 62 votos, que 15 de 36 (tal es el caso de Exposición de amor). Suerte que se madura y dejan de preocupar este tipo de historias, ¿no?

Aún así, hablando estrictamente del caso de Taipei Exchanges, también fue una cuestión científica, de comprobación; la ficha de la película no tenía aún una nota (ya que carecía de un mínimo de 35 votos), y como la película trata sobre cómo valoramos nosotros las cosas en una época en la que todo tiene un precio, me pareció una buena manera de hablar sobre una película, en los mismos términos y sin dejar clara en mi opinión una verdadera posición al respecto más allá de lo agradable que me resultó, así como para ver si “acertaba” la nota media con el paso del tiempo y las votaciones. Cabe reseñar que no, no acerté. ¡Me pasé del precio justo!

Taipei Exchanges: En el fondo ¿qué es lo más preciado para ti?

Escena de Taipei Exchanges

La protagonista de Taipei Exchanges abrirá una cafetería y ésta resultará un fracaso en primera instancia. Un día decide que, en lugar de pagar las consumiciones con dinero, se cobrarán mediante intercambio de objetos de un valor determinado subjetivamente por quien lo da, principalmente, y en algunos casos a través de una historia. ¿Obtendrá mejores resultados con este método?

¿Qué valor tiene una historia? ¿Si pudieras elegir, qué elegirías? ¿Son nuestros sueños intercambiables por los de otra persona?

A mí Taipei Exchanges me hizo pensar usando para ello mis sentimientos, y todo con una sencilla premisa. Una chica abre una cafetería e invita a algunos compañeros a venir a la fiesta de apertura. Todos reciben una flor a cambio de regalos, regalos sin valor alguno.

Escena de Taipei Exchanges

Hacía mucho tiempo que no veía una película sin saber su nota media de antemano, o alguna crítica sobre ella. Libre de prejuicios y de opiniones adquiridas la he valorado con un 7, pero ¿es ese su valor interno?

Por eso en mi crítica lo único que voy a decir sobre la película es que recomiendo verla, para que seáis vosotros los que valoréis qué os ha aportado y si ha merecido la pena intercambiar vuestro tiempo por el que dura la película.

Me apetece un café (y eso que no soy muy fan).

Vi y califiqué Taipei Exchanges con ★★★½ el jueves 17 de febrero de 2011.

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