El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia (y sus protagonistas)

El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

El próximo día 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, aprobado por la Asamblea Nacional de las Naciones Unidas en 2015. Por este motivo, se llevan a cabo en todo el país actividades para celebrar este día y homenajear a las mujeres más importantes en el mundo de la ciencia. En estos tiempos actuales en los que algunos prefieren no entrar en asuntos como la desigualdad de sueldos entre hombres y mujeres por la realización de las mismas actividades, no estaría de más recordar el trabajo de estas mujeres y luchar por que se reconozca por igual el trabajo de ellas y de ellos y defender la igualdad en los derechos de hombres y mujeres, o fomentar la implementación del que aún quede por otorgarse.

La Mujer y la Niña en la Ciencia: Científicas españolas que recordar y reivindicar

En este post hablaremos de algunas mujeres españolas y recordaremos sus mayores trabajos y aportaciones para la Sociedad, y en especial nos centraremos en la Química. Sabemos que es un gesto mínimo, una gota cayendo en un largo camino; sabemos que no están todas las que son y deberían, pero esperamos que esto sirva para dar un poco más de visibilidad a un colectivo, uno más, que vive de la indiferencia, y no ya sólo como género, sino también como gremio, si es que tal palabra sirve para definir a los trabajadores en el ejercicio de la ciencia, a los científicos.

María Andrea Casamayor (ca.1700 – 1780)

María Andrea Casamayor

Fue una matemática y escritora zaragozana que destacó en el ámbito de los números y la aritmética durante la guerra de sucesión contra los Borbones y en plena Ilustración, una época en la que solo los hombres podían dedicarse a este mundo. Es la única científica del siglo XVIII de la que se conservan sus obras. Publicó dos libros sobre aritmética usando como pseudónimo un anagrama de su nombre. Poco más se conoce de su vida, siendo una de las muchas científicas olvidadas por la Historia.

María Teresa Toral (1911 – 1994)

María Teresa Toral

Fue una química madrileña que, a pesar de comenzar sus estudios en música y artes, su admiración por Marie Curie y pasión por la ciencia hicieron que finalmente siguiera su verdadera vocación. Su trabajo se centró en la determinación fisicoquímica de pesos moleculares y atómicos, tema sobre el que pudo publicar varios artículos en importantes revistas. ¡Construía ella misma equipos de vidrio que le ayudaban a realizar dicha tarea con mayor precisión!

Junto con su maestro Enrique Moles, realizó un intenso estudio sobre el nitrobenceno. Formó parte del Instituto Nacional de Física y Química, pero, por desgracia, durante la Guerra Civil fue condenada a prisión y llegaron a pedir pena de muerte para su causa. Tuvo el apoyo de muchas personas, entre ellas Irene Joliot-Curie (hija de Marie Curie y galardonada con el premio Nobel de Química en 1935), pero finalmente se vio obligada a exiliarse a México, como muchos otros españoles, y allí se dedicó a dar clases de Química y Bioquímica, a hacer trabajos de traducción e incluso a desarrollar su faceta más artística. Pocos años antes de su muerte volvió a España.

Dorotea Barnés González (1904 – 2003)

Dorotea Barnés González

Fue una pamplonesa pionera en química, siendo investigadora y profesora. Estuvo becada en Estados Unidos, donde se especializó en análisis espectral y gracias a sus trabajos se empezaron a utilizar en España nuevas técnicas en la química, como la espectroscopia Raman, que permitía estudiar modos de baja frecuencia. Formó parte del Instituto Nacional de Física y Química. De nuevo, durante la Guerra Civil, estuvo exiliada en Francia, separada de su familia, que a su vez tuvo que exiliarse a México. Cuando regresó a España, en 1940, no le dejaron volver a enseñar (ni a su hermana Adela Barnés, también química), debido a los expedientes de depuración realizados por los franquistas. Tampoco volvió a la investigación.

Pilar de Madariaga Rojo (1903 – 1995)

Pilar de Madariaga Rojo

Fue una química madrileña que, igual que Dorotea, sufrió la depuración de la Guerra Civil, por la que también quedaba inhabilitada para la enseñanza. Tuvo que exiliarse a Estados Unidos, donde trabajó como profesora de Lengua española. Anteriormente había estado becada en ese país, donde pudo aprender sobre espectroscopia y óptica física, realizando, entre otras cosas, la medida de las líneas de los espectros de mercurio, níquel y titanio. Por todo esto, formó parte del Instituto Nacional de Física y Química, siendo una de las 36 mujeres que formaban parte de un total de 158 personas. En 1968 se jubiló y volvió a España, donde permaneció hasta su muerte.

Jenara Vicenta Arnal Yarza (1902 – 1960)

Jenara Vicenta Arnal Yarza

Fue la primera doctora en Ciencias Químicas de España, aunque previamente había estudiado magisterio y trabajó como profesora de Química analítica e inorgánica. Se dedicó principalmente a la investigación, teniendo la oportunidad de hacerlo también en el extranjero. Centró sus estudios en la electroquímica y en la oxidación química. Durante la Guerra Civil pasó un tiempo en Francia y cuando volvió pudo ejercer su profesión sin ser sancionada. Formó parte también del Instituto Nacional de Física y Química.

Rosalind Franklin (1920 – 1958)

Rosalind Franklin

Fue una química y cristalógrafa inglesa. Su trabajo ayudó mucho a la comprensión de la estructura del ADN, gracias a las imágenes que tomó por difracción de rayos X que demostraban la estructura de doble hélice, siendo la más conocida la fotografía 51. Sin embargo, se dio más valor a los hallazgos realizados por Francis Crick y Maurice Wilkins sobre el mismo tema y de hecho ellos recibieron el premio Nobel más tarde, cuando ella ya había fallecido a los 37 años por un cáncer de ovario. También realizó muchos trabajos sobre el carbón, sus propiedades y aplicaciones (por ejemplo para la fabricación de máscaras de gas utilizadas en la Segunda Guerra Mundial) y sobre las estructuras moleculares de los virus.

Hedy Lamarr (1914 – 2000)

Hedy Lamarr

Comenzó los estudios de ingeniería con tan solo 16 años hasta que los abandonó para formalizar su carrera de actriz (fue la primera mujer en protagonizar un desnudo integral para una película comercial). Esta austríaca a la que sus profesores calificaron de superdotada, tuvo que casarse por imposición paterna con un comerciante de armas amigo de gente como Hitler o Mussolini. Controlaba todo lo que hacía, y por eso hasta tuvo que dejar de ser actriz. En el 37 escapó de su marido a Estados Unidos, donde cedió a las autoridades toda la información confidencial que sabía sobre el régimen nazi y se propuso contribuir a la victoria aliada. Fue allí donde junto con George Antheil inventó la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas de larga distancia, lo que más tarde serviría de base para los sistemas de telefonía móvil, GPS o WiFi. Les concedieron la patente, aunque no se utilizaría hasta el 62.

Ada Lovelace (1815 – 1852)

Ada Lovelace

Fue una matemática y escritora británica. Su nombre de nacimiento era Augusta Ada Byron… sí, era hija del famoso poeta Lord Byron. Es considerada la primera programadora de ordenadores gracias a un algoritmo que diseñó para ser procesado por la Máquina analítica, proyecto en el que trabajaba junto a su gran amigo Charles Babbage. En su trabajo “Notas”, Ada describe una serie de operaciones, un código, mediante el cual se obtendría una secuencia de números en la Máquina analítica. Era el primer algoritmo diseñado para ser ejecutado por un ordenador, aunque nunca se usó puesto que dicha máquina no se construyó. Los científicos de la época no tomaron en serio su trabajo por el mero hecho de ser mujer. No fue hasta 1953 que se reconocieron sus notas como una descripción del software de un primer modelo de ordenador que era la mencionada Máquina analítica. Murió por cáncer de útero a los 36 años.

Inge Lehmann (1888 – 1993)

Inge Lehmann

Fue una sismóloga y geofísica danesa. Realizó las primeras pruebas de magnitudes de seísmos y sus consecuencias y descubrió la discontinuidad que separa el núcleo externo de la Tierra del interno, llamada Discontinuidad de Lehmann en su honor. Este descubrimiento se basa en el hecho de que, durante los movimientos sísmicos, las ondas P se desvían y aceleran al atravesar la discontinuidad que separa las dos partes del núcleo, una parte sólida recubierta de una parte líquida. Antes de esto se pensaba que el núcleo de la Tierra era completamente líquido. También se hace referencia con Discontinuidad de Lehmann a la que existe en torno a 200 km de profundidad en el manto terrestre, puesto que también la descubrió ella. En 1971 se le concedió la medalla William Bowie, un importante galardón de la Unión Geofísica Americana, convirtiéndose en la primera mujer en recibirla.

Para todos aquellos interesados en participar en alguna de las actividades organizadas en España con motivo de esta celebración, os invitamos a consultar la siguiente página: 11 de Febrero.

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