Fauve ≠ han vuelto. El colectivo francés, una de las grandes sorpresas venidas desde Francia en los últimos años, lanza hoy su segundo álbum, Vieux frères – Partie 2, la continuación de Vieux frères – Partie 1. No han conseguido tanta popularidad ni atención como en su país y en Bélgica, probablemente por el hándicap del idioma, que en este caso es uno de los puntos más importantes de cada tema, como se demostraba en su EP y su álbum de debut, en el que descargaban litros de rabia y frustración generacional dignas de atención también por el formato creado para exponerlo, sin embargo aquí están de nuevo.
Vieux frères – Partie 2 llega justo un año después de Fauve ≠ Vieux frères – Partie 1, un álbum incansable, que personalmente aún no he dejado de escuchar, gracias sobre todo a temas como Infirmière, Requin-tigre o Voyous, si bien, hasta ayer -y quizás por el impacto- seguía prefiriendo, en conjunto, su EP Blizzard, de temas tan impresionantes como el homónimo Blizzard, el incitador Haut Les Cœurs, una de las grandes canciones de rap de amor actuales, el atmosférico Nuits fauves o el melódico Kané. Eché de menos -sobre todo porque Vieux frères – Partie 1 se vende en España- que no añadieran estas pistas al álbum siguiente, porque de esta manera habría sido el mejor álbum del año 2014 sin ningún género de dudas.
En el párrafo anterior me refería, en pasado, a mis preferencias dentro de la discografía de Fauve ≠, y esto es debido a que, con tan sólo una escucha, las tornas ya parecen haber cambiado, a pesar de necesitar, quizás, madurar aún las sensaciones. Con un sonido más eléctrico que no se pudo apreciar en los singles que han ido apareciendo a través de su página web oficial y Facebook -Les Hautes Lumières (el contrapunto de lo que significó Blizzard en su momento) y Bermudes (más cercana al hip hop que al spoken word)-, Vieux frères – Partie 2 suena más completo, con una parte intermedia, entre sus 11 temas, que contiene los mejores momentos del álbum y que va in crescendo en intensidad hasta la canción final, una declaración de amor y una de mis canciones favoritas del disco y también de lo que llevamos de año, que dejarán al oyente -palabra que no hace justicia a escuchar este álbum- extasiado y con ganas de volver a escucharlo.
Los mejores momentos de Vieux frères – Partie 2, de Fauve ≠
En Vieux frères – Partie 2 no se ha producido un cambio sustancial entre su primer trabajo y este último, pero como división en dos partes, teóricamente, de un mismo trabajo, era lo más previsible y pocas quejas tenemos al respecto. En el mundo de la música, los últimos años no han dado grandes nombres que con uno o dos LPs fuesen capaces de generar tanta necesidad de una nueva escucha y de ser disfrutados en concierto como ha ocurrido con este colectivo. Una de las sopresas más agradables y de las propuestas más personales y diferentes pese a ser similares también a otras bandas. En cualquier caso, a disfrutar de lo que tenemos.
Los sonidos tropicales de Tallulah (de lo mejor del álbum), Sous Les Arcades (el tema más parecido a su primer trabajo, aunque con toques electrónicos), T.R.W. (la más incitadora) y Les Hautes Lumières.