Fauve ≠, grupo francés de moda entre 2011 y 2016

Fauve ≠

La semana que viene sale a la venta Vieux frères – Partie 1, el primer álbum de Fauve ≠ (no confundir con Fauve, nombre artístico del músico Nicolas Julliard, un cantante suizo que ha publicado dos álbumes desde 2006), un grupo -y también colectivo- surgido en Francia en el año 2010 y que cuenta con 5 miembros, de los cuales 4 son músicos y el quinto un vídeoartista que se encarga de la producción de la música y los vídeos de la banda. Fauve ≠ irrumpió con fuerza dentro de la nueva escena francesa (que ya tiene unos añitos) en 2013 con un EP titulado Blizzard, donde el pop indie, el hip hop y el spoken word se daban la mano en las cuerdas vocales de Quentin Postel, vocalista de Fauve ≠.

Poco se puede decir acerca de Fauve ≠, ya que ellos mismos así lo prefieren, al parecer. Los descubrí dando una vuelta por el mundo a través de Spotify y me cautivaron con su single Blizzard, con esa furia que desprende en cada nota y a la vez esa extraña tranquilidad instrumental, acompañada por esa voz femenina con la que la canción da inicio; el coctel funciona a la perfección.

Realmente la considero una canción motivacional, mañanera (que las llamo yo), de las que te ayuda a despertar de mejor humor, con más energía. Es la canción que más veces escuché a lo largo de 2013, de hecho. Blizzard no está incluida en el nuevo álbum de Fauve ≠, pues ya formó parte del EP mencionado en el primer párrafo, en el que además de ésta destaca la canción Nuits Fauves, que sigue la misma línea de la anterior, aunque un poco más reposada.

Vinilos de Fauve ≠

Los inicios de Fauve ≠ (y sus mejores canciones)

De este nuevo y primer LP de Fauve ≠ ya hemos podido conocer algunos extractos como De Ceux o Voyou (o Voyous, según la fuente), cuya base utilizada ha sido extraída de la composición Piano Trio In E-Flat, de Franz Schubert, que aparece en la película Barry Lyndon, de Stanley Kubrick.

Poco más se puede añadir al respecto, hasta la semana que viene, salvo que los adelantos de su trabajo han creado unas expectativas relativamente altas, aunque este examen de la puesta de largo será más complicado de aprobar con nota, seguramente.

Por cierto, estoy poniendo los títulos de las canciones y de Fauve ≠ en minúsculas, pero en realidad ellos lo escriben todo en mayúsculas (o ≠ FAUVE, o FAUVEcorp), tal vez porque como gritan en muchas de las canciones, quieren dejar constancia de ello también por escrito, o tal vez de su fiereza.

La verdad es que personalmente me atrae mucho su estilo, me resulta muy atractivo. Pero es que claro, uno siempre ha sido seguidor del fovismo, de las noches salvajes y del francés.

Vieux Frères – Partie 1, el gran éxito generacional de Fauve ≠

Fauve ≠ fue probablemente el grupo francés del momento entre 2011 y 2016 (con especial popularidad en 2014). Capaz de reunir a una comunidad de haters casi tan activa como su comunidad de fans, la propia idea del colectivo hizo que ambos lados entendieran su música y su relación como algo más.

Esto es, los fans no consideraban que la música del grupo fuera solo música, ni siquiera consideraban a Fauve ≠ como un simple grupo sin más. Por aquel entonces, veían en Fauve ≠ un remedio para sus problemas, una droga ultrapersonal cuyas cualidades nunca dejaban de elogiar. Y eso, sobre todo si la gente es muy pesada, también molesta a los demás.

Básicamente, Fauve ≠ tenía todos los mimbres para convertirse en algo muy hipster, minoritario y para paladares exquisitos. Un concepto que sólo un puñado de personas escucharía mientras despreciaban a quienes no les gustaba. Sin embargo, para gran sorpresa de todos, el entusiasmo por este grupo fue tal que los más entendidos en música tuvieron que dar su opinión nunca pedida:

“¡Un momento! Este grupo es demasiado conocido y amado por muchos adolescentes ​​que toman por filósofos a deprimidos de la vida. Esto no puede ser, así que no nos puede gustar ¡eso! a nosotros”. Sí, porque cuando algo es conocido y amado, que no te guste da cierto nivel y clase, te hace destacar un poco más, con sonrisas altivas de inteligencia y mejor gusto.

Como no soy francés ni viví en Francia durante este periodo, poco más puedo añadir más allá de lo que viví desde internet con mis conocimientos limitados de francés.

Al final, sobre todo una vez pasado el tiempo, es lo que nos queda de todo esto. Sobre eso, decir que, a nivel musical, Vieux Frères – Partie 1 es genial en general. Para muchos, no tan genial como para ser considerado trascendente para la mayoría (si bien sí para mí), pero, desde mi punto de vista, el concepto detrás está lo suficientemente bien elaborado como para tener un mínimo de interés para seguir al grupo.

Vieux frères – Partie 2, el último álbum de estudio de Fauve ≠

Fauve ≠ vuelve en 2015. El colectivo francés, una de las grandes sorpresas venidas desde Francia en los últimos años, lanzaba su segundo álbum, Vieux frères – Partie 2, la continuación de Vieux frères – Partie 1.

No han conseguido tanta popularidad ni atención como en su país y en Bélgica, probablemente por el hándicap del idioma, que en este caso es uno de los puntos más importantes de cada tema, como se demostraba en su EP y su álbum de debut, en el que descargaban litros de rabia y frustración generacional dignas de atención también por el formato creado para exponerlo, sin embargo aquí están de nuevo.

Vieux frères – Partie 2 llega justo un año después de Fauve ≠ Vieux frères – Partie 1, un álbum incansable, que personalmente aún no he dejado de escuchar, gracias sobre todo a temas como Infirmière, Requin-tigre o Voyous, si bien, hasta ayer -y quizás por el impacto- seguía prefiriendo, en conjunto, su EP Blizzard, de temas tan impresionantes como el homónimo Blizzard, el incitador Haut Les Cœurs, el atmosférico Nuits fauves o el melódico Kané.

Eché de menos -sobre todo porque Vieux frères – Partie 1 no se vende en España- que no añadieran estas pistas al álbum siguiente, porque de esta manera habría sido el mejor álbum del año 2014 sin ningún género de dudas.

En los párrafos anteriores me refería, en pasado, a mis preferencias dentro de la discografía de Fauve ≠, y esto es debido a que, con tan solo una escucha, las tornas ya parecen haber cambiado, a pesar de necesitar, quizás, madurar aún las sensaciones.

Con un sonido más eléctrico que no se pudo apreciar en los singles que han ido apareciendo a través de su página web oficial y Facebook –Les Hautes Lumières (el contrapunto de lo que significó Blizzard en su momento) y Bermudes (más cercana al hip hop que al spoken word)-, Vieux frères – Partie 2 suena más completo, con una parte intermedia, entre sus 11 temas, que contiene los mejores momentos del álbum y que va in crescendo en intensidad hasta la canción final, una declaración de amor y una de mis canciones favoritas del disco y también de lo que llevamos de año, que dejarán al oyente -palabra que no hace justicia a escuchar este álbum- extasiado y con ganas de volver a escucharlo.

No se ha producido un cambio sustancial entre su primer trabajo y este último, pero como división en dos partes, teóricamente, de un mismo trabajo, era lo más previsible y pocas quejas tenemos al respecto. En el mundo de la música, los últimos años no han dado grandes nombres que con uno o dos LPs fuesen capaces de generar tanta necesidad de una nueva escucha y de ser disfrutados en concierto como ha ocurrido con este colectivo.

Una de las sorpresas más agradables y de las propuestas más personales y diferentes pese a ser similares también a otras bandas. En cualquier caso, a disfrutar de lo que tenemos.

Mejores momentos: los sonidos tropicales de Tallulah (de lo mejor del álbum), Sous Les Arcades (el tema más parecido a su primer trabajo, aunque con toques electrónicos), T.R.W. (la más incitadora) y Les Hautes Lumières.

Oh oh oh! Qu’est-ce que tu fais? Arrête!

Fauve ≠ después de Fauve ≠: 150.900 y Magenta Club

Portadas de 150.900, de Fauve ≠ y Monogramme, de Magenta

Fauve, Fauve ≠ o Fauve Corp, que en su momento fue un colectivo de rock francés surgido en París, son, desde 2018, la banda de música electrónica Magenta o Magenta Club (al menos cambiado así en Spotify).

Tras los dos lanzamientos de Vieux Frères, el grupo lanzó un recopilatorio de música en directo titulado 150.900, haciendo referencia al número de kilómetros recorridos en la gira realizada por Fauve ≠ a lo largo y ancho de los países francoparlantes de Europa (al menos).

En el caso de Magenta, como en Fauve ≠, la banda se considera a sí misma un colectivo, formado tanto por músicos como por artistas audiovisuales. Estos son:

Quentin Postel (voz y editor de vídeo), Pierre Cabanettes (guitarra), Stéphane Muraire (bajo), Simon Martellozo (batería) y un camarógrafo, Nicolas Dardillac, que, junto a otros, aporta al proyecto su contribución artística (fotografía, textos, ilustraciones, etc.) de forma permanente o puntual.

Los miembros de Fauve Corp insisten en el aspecto colectivo de su trabajo. Por eso, si bien conocemos el nombre de cinco miembros, este colectivo en realidad cuenta con una veintena de personas.

Por lo demás, poco más puedo decir, ya que, durante las entrevistas con la prensa, todos ellos cultivan un cierto gusto por el misterio y el anonimato.

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