Hemos preferido obviar todo lo producido en la Edad Media y antes, y centrarnos únicamente en los compositores de música clásica más relevantes desde el año 1400 hasta hoy. Esto supone hablar del Renacimiento, el Barroco y el Clasicismo (periodos que resumen 400 años de Historia), así como del Romanticismo y el Nacionalismo (1800-1900 aproximadamente) y los nuevos clásicos, también denominados clásicos modernos. En este caso, según la década, apenas tienen nexos en común, aunque a menudo muchos sí. Después de todo, nos referimos a un último periodo que va desde 1900 hasta hoy, en el que las tecnologías y los nuevos avances han supuesto un cambio de paradigma a la hora de entender la música clásica.
Ante este nuevo panorama, por ejemplo, gran parte de los compositores de música clásica actuales sólo se les ve en el cine. No siempre, claro, porque ahí tenemos el ejemplo de Max Richter con sus álbumes de música clásica moderna no asociados a bandas sonoras de películas en un principio, pero sí a conceptos como el sueño (Sleep) o los derechos humanos (Voices). Además, dada la cantidad de nombres sobre los que podríamos dedicar líneas y líneas de contenido interesante, hemos decidido ser un poco más concisos en ese sentido, siendo algo más directos sobre el nombre del autor y sus composiciones más interesantes. Porque sino, la otra opción sería la creación de un artículo de 300 mil páginas y entendemos que has llegado aquí más para conocer sus grandes piezas más que sus vidas (a menudo tan atractivas como lo que componían).
Si lo piensas, ya sólo para hablar de la familia Strauss (Johann, Josef y Eduard) podríamos estar un rato largo. Imagina en el caso de Bach, con todo lo que tuvo que vivir el hombre (y desde niño, vaya). Y mira que todo lo que hay que contar de él vale la pena, en realidad. Pero bueno, como decimos, que esta entrada sirva para generar interés por conocer un poco más de lo que aquí te encuentres, y para conocer o recordar qué es aquello que define cada época de música clásica de la que hablemos.
Compositores de música clásica del Renacimiento (1400-1600) y sus piezas musicales más famosas
Teniendo en cuenta que la música clásica es difícil de definir en términos específicos, generalmente se entiende que es música arraigada en las tradiciones de Europa occidental e interpretada por músicos capacitados en entornos formales como salas de conciertos, teatros de ópera e iglesias. De hecho, las raíces de la música clásica se encuentran en las melodías cantadas de los ritos religiosos medievales.
Sin embargo, su encarnación contemporánea abarca todo, desde la ópera y la orquesta sinfónica hasta conjuntos de cámara, trabajos en solitario, música coral, canciones, música de cine y las vanguardias. Las obras de los siglos intermedios (esto es, desde el 1400 en adelante) constituyen la mayor parte del repertorio fielmente conocido y reflejan las tendencias artísticas y arquitectónicas de las épocas, tanto en sus mundos sonoros como en su concepción.
El Renacimiento, entonces, supuso el fin de la era medieval y, como en las otras artes, la música de la época estuvo significativamente influenciada por los desarrollos que definen el período moderno temprano (donde destaca la invención de la imprenta): el surgimiento del pensamiento humanista; la recuperación del patrimonio literario y artístico de la Antigua Grecia y la Antigua Roma; una mayor innovación y descubrimiento; el crecimiento de empresas comerciales; el surgimiento de una clase burguesa; y la Reforma Protestante. De esta sociedad cambiante surgió un lenguaje musical común y unificador, en particular, el estilo polifónico (esto es: música con múltiples líneas melódicas independientes ejecutadas simultáneamente) de la escuela franco-flamenca, cuyo mayor maestro fue Josquin des Prez.
- Josquin des Prez: Obsecro Te y El Grillo.
- Giovanni Pierluigi da Palestrina: Missa Papae Marcelli: Kyrie y Sicut Cervus.
- William Byrd: Sellinger’s Round y Ave Verum Corpus.
- Gregorio Allegri: Miserere.
- Guillaume Dufay: Vergene Bella y Ave Maris Stella.
- Claudio Monteverdi: L’Incoronazione di Poppea, SV 308, Act 3: “Pur ti miro” (Neron, Popea) y L’Orfeo.
- Thomas Tallis: Spem in Allium y If Ye Love Me.
- Philippe Verdelot: Letamini in Domino y Queste non son più lagrime.
- Johannes Ciconia: Per quella strada lactea del cielo y Gloria.
- Claudin de Sermisy: Tant que vivray.
- Tomás Luis de Victoria: O magnum mysterium y Amicus meus osculi me tradidit signa.
Compositores del Barroco (1600-1750) y sus piezas musicales más famosas
La era del período barroco de la música clásica tuvo lugar aproximadamente entre 1600-1750 d.C. En este tiempo, la mayoría de las obras poseían ciertas características importantes. Primero es un flujo rítmico constante, o un movimiento constante en todo momento. A continuación, cada pieza o movimiento generalmente se centra en una sola idea melódica que se desarrolla a fondo.
Por último, casi todas las obras barrocas incluían alguna forma de contrapunto: dos o más líneas musicales que van por caminos separados, pero que se cruzan e interactúan en ciertos puntos. Algunos compositores notables de este período fueron Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi o Claudio Monteverdi (al que mencionamos en el periodo anterior porque formó parte esencial en esta transición que fue del Renacimiento al Barroco).
- Johann Sebastian Bach: Cello Suite No. 1 in G Major, BWV 1007: I. Prélude, The Well-Tempered Clavier: Book 1, BWV 846-869: 1. Prelude in C Major, BWV 846 y Goldberg Variations, BWV 988: Aria.
- Georg Friedrich Händel: Keyboard Suite in D Minor, HWV 437: III. Sarabande y Water Music Suite No. 1 In F, HWV 348: 2. Adagio e staccato.
- Antonio Vivaldi: Las cuatro estaciones y Concerto for Lute, 2 Violins and Continuo in D major, RV 93: 2. Largo (Arr. for Guitar).
- Domenico Scarlatti: Sonata in D Major, Kk.430.
- Georg Philipp Telemann: Trumpet Concerto in D Major, TWV 51:D7: I. Adagio.
- Johann Pachelbel: Canon in D.
- Antonio Soler: Sonata No. 84 in D Major, R;413.
Compositores del Clasicismo (1750-1800) y sus piezas musicales más famosas
La música clásica en este periodo tiene una textura más clara y limpia que la música barroca y es menos compleja. Es principalmente homofónica, utilizando una línea melódica clara sobre un acompañamiento de acordes subordinados, pero el contrapunto del periodo anterior no se olvidó de ninguna manera, especialmente cuando fue recuperado más tarde en estos años.
El Clasicismo también hace uso del estilo galante que enfatiza la elegancia en lugar de la seriedad digna y la grandeza impresionante del barroco. La variedad y el contraste dentro de una pieza se hicieron más pronunciados que antes y la orquesta aumentó en tamaño, rango y poder.
- Franz Joseph Haydn: String Quartet No. 62 in C Major, Op. 76, No. 3, Hob.III:77, “Emperor”: II. Poco adagio, cantabile.
- Wolfgang Amadeus Mozart: Requiem, K. 626: Lacrimosa, Piano Concerto No. 21 in C Major, K. 467 “Elvira Madigan”: II. Andante, Le nozze di Figaro, K. 492: Sinfonia, Symphony No.25 in G Minor, K.183: 1. Allegro Con Brio y Piano Sonata No. 16 in C Major, K. 545 “Sonata facile”: 1. Allegro.
- Ludwig van Beethoven: Sonata No. 14 “Moonlight” in C-Sharp Minor”, Op. 27 No. 2: I. Adagio sostenuto, Symphony No. 5 in C Minor, Op. 67: I. Allegro con brio y Für Elise, WoO 59.
- Franz Schubert: 4 Impromptus, Op.90, D.899: No.4 in A Flat Major: Allegretto y Ave Maria, D. 839.
Compositores del Romanticismo, Nacionalismo e Impresionismo musical (1800-1925) y sus piezas musicales más famosas
La música romántica se puede caracterizar por sus cualidades expresivas y emocionales, especialmente en términos de melodía. De este modo, el enfoque de los compositores románticos fue diseñado para romper con las rigideces del período clásico. En sus últimos trabajos, Beethoven fue pionero en un nuevo enfoque para utilizar orquestas, variando la instrumentación y el timbre (por ejemplo, su uso de un coro en la Novena Sinfonía). Además, Beethoven inspiró a los compositores románticos posteriores a través del uso de armonías que modulaban las tonalidades mucho más drásticamente que en el pasado, y a través del uso de motivos melódicos que se extendieron y evolucionaron a través de piezas extensas.
Ampliando esos desarrollos, los compositores románticos utilizaron con frecuencia técnicas como el cromatismo, tempos variables y una mayor disonancia para crear un estilo expresivo y dramático, como puede verse en la obra sinfónica de Héctor Berlioz y la ópera de Giuseppe Verdi. La fusión de teatro y música se promovió a través del Tone Poem de Franz Liszt y Berlioz. Empezaron a estar diseñados para contar una historia o hacer avanzar un tema a través de la música. Esta idea fue ampliada por Richard Wagner, que utilizó melodías temáticas (leitmotifs) y un enfoque de composición cada vez más dramático.
Otro ingrediente clave de la música romántica fue la afluencia de nuevas fuentes melódicas. Esto fue impulsado principalmente por el fortalecimiento del nacionalismo a fines del siglo XIX (de ahí el nombre). Compositores como Antonín Dvořák, Johannes Brahms, Frédéric Chopin y Edvard Grieg utilizaron elementos de la música folclórica (checo, húngaro, polaco y noruego, respectivamente) en su trabajo. La música romántica ha sobrevivido incluso más allá del período romántico. De hecho, se pueden encontrar elementos del romanticismo en la obra de compositores de finales del siglo XX como Krzysztof Penderecki y John Williams.
Compositores del Romanticismo
- Niccolò Paganini: 24 Caprices, Op. 1: No. 24 in A Minor (Tema con variazioni. Quasi presto).
- Richard Wagner: Die Walkure, Act III: Ride of the Valkyries y Tannhäuser: Overture.
- Gioachino Rossini: Guillaume Tell y Il Barbiere Di Siviglia.
- Piotr Ilich Chaikovski: El lago de los cisnes y El cascanueces.
- Robert Schumann: Kinderszenen, Op. 15: No. 7 in F Major, Träumerei y Widmung, Op. 25 No. 1 (Arr. Liszt, S. 566a).
- Giuseppe Verdi: La Traviata, Dies irae y Rigoletto / Act 3: “La donna è mobile”.
- Gustav Mahler: Symphony No. 5 in C-Sharp Minor: IV. Adagietto.
- Richard Strauss: Also sprach Zarathustra.
- Felix Mendelssohn: Overture to “A Midsummer Night’s Dream”, Op. 21: Tempo primo.
Compositores del Nacionalismo
- Bedřich Smetana: Die Moldau y Má vlast (My Country): No. 2, Vltava [Moldau].
- Antonín Dvořák: Serenade for Strings in E Major, Op. 22, B. 52: II. Tempo di valse y 8 Humoresques, Op. 101, B. 187: No. 7, Poco lento e grazioso.
- Frédéric Chopin: Nocturne.
- Béla Bartók: For Children Vol. 1, Sz. 42: No. 3 Quasi adagio.
- Edward Grieg: Peer Gynt (Death Of Aase) – Solomon Grey’s Paradise Lost Rework y Lyric Pieces, Book 5, Op. 54: Nocturne y Lyric Pieces, Book 5, Op. 54: Nocturne.
- Isaac Albéniz: Asturias.
- Enrique Granados: Allegro de concierto, op. 46.
- Manuel de Falla: Siete canciones populares españolas: No. 5 Nana.
Compositores del Impresionismo
- Claude Debussy: considerado uno de los principales exponentes del impresionismo musical (a su pesar), prácticamente fundador, Debussy creó obras maestras como Preludio a la siesta de un fauno y La mer. Su enfoque en la creación de ambientes sutiles y evocativos lo convirtió en una figura central en este movimiento.
- Erik Satie: aunque a veces se le considera un precursor del impresionismo más que un compositor puramente impresionista, Satie influyó en el estilo con piezas como las Gymnopédies y las Gnossiennes, que presentan un enfoque en la simplicidad y la atmósfera.
- Paul Dukas: aunque no es tan conocido como Debussy, Dukas contribuyó al movimiento con su famosa obra orquestal El aprendiz de brujo.
- Albert Roussel: sus composiciones, como El festín de la araña, presentan características del impresionismo enfocadas en la atmósfera y las sensaciones.
Compositores neoclásicos del siglo XX (1900-1950) y sus piezas musicales más famosas
También conocida como la música del periodo de entreguerras, tuvo su origen poco después de la Primera Guerra Mundial como reacción a lo que algunos compositores percibían como los excesos del Romanticismo. Así, el Neoclasicismo regresó a las estructuras y formas más formales y menos expansivas comunes en el siglo XVIII.
El material armónico y melódico, sin embargo, fue decididamente moderno y evitó el emocionalismo y las tendencias programáticas comunes entre los románticos en favor de un material puramente abstracto.
- Igor Stravinsky: The Rite of Spring: Part One: Adoration of the Earth: Introduction y The Firebird (L’oiseau de Feu) – Suite (1919): Finale.
- Sergei Prokofiev: Romeo and Juliet, Op.64 / Act 1: Dance of the Knights.
- Francis Poulenc: Mélancolie, FP 105.
- Benjamin Britten: Simple Symphony, Op.4: “Playful Pizzicato” from Simple Symphony, Op. 4.
- Krzysztof Penderecki: 3 Pieces in Baroque Style: No. 1. Aria.
- Maurice Ravel: dudaba si incluirlo en el apartado anterior o en este, pero al final su estilo musical abarca más allá del impresionismo, dejando una marca importante con obras como Bolero y Dafnis y Cloe, que exhiben colores orquestales ricos y texturas exquisitas.
Compositores de música clásica moderna (1950 hasta hoy) y sus piezas musicales más famosas
A partir del siglo XX, la música clásica moderna comprende una multitud de enfoques compositivos diferentes que se desvían significativamente de los principios antes sostenidos de la música clásica.
Generalmente, el único aspecto que comparten varias escuelas clásicas modernas es su abandono de lo tradicional: la liberación de la armonía de los centros tonales, el empleo de técnicas instrumentales no convencionales, la dependencia de fuentes sonoras no musicales, la introducción de nuevas escalas de afinación, la admisión de la aleatoriedad en el proceso compositivo y la deconstrucción de temas y motivos musicales en pasajes estáticos y repetitivos.
Algunos aspectos del romanticismo se trasladaron al clásico moderno (de hecho, muchos compositores de la era romántica adoptaron el punto de vista de los modernistas) y de ahí en adelante se podría decir que cada compositor de música clásica hace un poco lo que quiere. No en vano, no todas las composiciones del siglo XX en adelante son clásicas modernas en términos de enfoque y los intentos de volver a las convenciones anteriores están presentes en estilos tales como el neoclasicismo antes mencionado.
- Philip Glass: Opening.
- John Cage: In a Landscape.
- Steve Reich: Electric Counterpoint: III. Fast.
- Ennio Morricone: The Good, The Bad and The Ugly – Main Title, The Ecstasy of Gold y Gabriel’s Oboe.
- Arvo Part: Spiegel im spiegel y Tabula Rasa I. Ludus.
- Leonard Bernstein: West Side Story: Act I: America.
- Shiro Sagisu: A Cruel Angel’s Thesis.
- Clint Mansell: Lux Aeterna y Together We Will Live Forever.
- Joe Hisaishi: One Summer Day y Opening Song – Merry-Go-Round of Life.
- John Williams: Duel of the Fates, Theme From Schindler’s List, Theme from Jurassic Park y Hedwig’s Theme.
- Hans Zimmer: MLS Anthem – Procession, Time y Cornfield Chase.
Y muchos más.

(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.