¿Existe alguna diferencia entre las canciones protesta, las canciones reivindicativas y las canciones de rojos? La respuesta sin pensar demasiado sería que no, pero si le damos algunas vueltas, puede que la respuesta tenga sus matices. Sobre todo según cómo se defina el oyente que las quiera escuchar.
Eso afecta sobre todo a las canciones de rojos, puesto que implica algo más que simplemente protestar. Por ejemplo, habrá entre la cacerolada de pandemia quien la asocie con el Y Viva España de Manolo Escobar, pero lo cierto es que esa canción no protestaba sobre nada. En cambio, esas mismas personas encontrarán en canciones protesta famosas que no hay nada con lo que ellos se sientan identificadas. En ese caso, siguiendo con este ejemplo, es probable que los dos conceptos estén unidos para los abanderados de banderas.
En cuanto a las canciones reivindicativas, el matiz es un poco más real, ya que la reivindicación no siempre está asociada a la protesta. Por ejemplo, alguien puede reivindicar los pantalones cortos en verano, pero lo que lo convertiría en una protesta sería que lo hiciera en su lugar de trabajo si es que lo tiene prohibido. Por lo que, en esta playlist de canciones protesta, reivindicativas y de rojos, lo que te vamos a ofrecer es una serie de temas que tengan en común las tres acepciones. En resumen, música para rojeras, aunque puede que no sepas que lo eres.
Playlist de canciones protesta, reivindicativas y de rojos de ayer, hoy y siempre
Nuestra lista de canciones protesta comienza con un poema titulado Las Miserias De Sus Crímenes y recitado por María Medina, la hija del posible autor y de la mujer de preso a las que se dirigen sus palabras. Tras ellas, la playlist da paso a canciones de todas las épocas, aunque la mayoría pertenecen a un periodo muy concreto de la historia que muchos conocen como la Nueva Canción y donde destaca la música folk. Nombres como los cubanos Silvio Rodríguez y Carlos Puebla o los argentinos Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa son sinónimo de canciones reivindicativas en Latinoamérica durante los años 60 y 70, por lo que no podían faltar aquí. Artistas que eran parte de un contexto de transformaciones alrededor del mundo y que creían estar viviendo nuevos tiempos, en los que sería posible romper con la opresión y crear una sociedad más justa e igualitaria. Entre estos también encontramos a brasileños como Milton Nascimento, italianos como Frabrizio De André, portugueses como José Afonso (muy cercano al Partido Comunista durante la dictadura de Salazar) o franceses como Georges Brassens.
Teniendo en cuenta que ya sólo con la Nueva Canción habríamos llegado a las 100 canciones reivindicativas, hemos querido traer más variedad en general. Y eso sabiendo que fue un movimiento heterogéneo, muy diferente según el país donde estuvieras y que involucró a decenas de artistas comprometidos, entre los que podemos mencionar también a Víctor Jara, Quilapayún, Inti-Illimany y Violeta Parra en Chile; Facundo Cabral en Argentina; Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti y Los Olimareños en Uruguay; Geraldo Vandré, Tom Jobim, Giberto Gil, Milton Nascimento, Chico Buarque y Caetano Veloso en Brasil.
Pero, por supuesto, también hay sitio para la canción protesta española, con representantes como Raimon, Paco Ibáñez, Javier Krahe, Ska-P, Reincidentes o La Raíz (yéndonos un poco más al momento actual). Porque, si bien el papel de los cantautores ha perdido peso en esta lucha con el paso de los años, muchos grupos musicales aún mantienen los esfuerzos para convertir su letra en una nueva reivindicación por un mundo más justo, aunque eso a veces signifique dar mensajes un poco más simples de los que un estudioso querría. Por tanto, es posible que aquí veas poca crítica a letras de Sons Of Aguirre, a pesar de que muchos los acusan de ser un poco demagogos, simplistas o hasta exagerados. Eso también afecta a todo el punk español de los 80 y los 90, donde destacan La Polla Records, Soziedad Alkohólika, Boikot o los Porretas.
Al Vent, de Raimon
Al Vent es uno de los mayores éxitos del cantautor valenciano Ramon Pelegero Sanchis, más conocido como Raimon. Creada el 20 de octubre de 1959, a días de hoy todavía es una de las canciones más escuchadas en el panorama musical de cantautores en catalán.
Esta canción, que ya tiene más de 50 años, ha sido traducida a numerosos idiomas y sigue plenamente vigente, gracias a su carácter pacifista e internacionalista. Además, es recordada sobre todo por su importancia como banda sonora del proceso de transición que tuvo lugar en España tras la muerte del dictador Francisco Franco en su cama.
Te Recuerdo Amanda, de Víctor Jara
El cantante Víctor Jara era el hijo de los campesinos Manuel Jara y Amanda Martínez, aunque hasta aquí llegaría la similitud de los protagonistas de la canción con la de los padres del cantante chileno. Sin embargo, si tanto el artista como la canción Te Recuerdo Amanda se han convertido en un símbolo de la lucha de Chile y de todos los demás pueblos oprimidos de América, es porque la tristeza de Te recuerdo, Amanda fue desgraciadamente premonitoria, convertida en un canto a la libertad desde su origen, así como un himno del activismo político y la lucha obrera.
La Guerra Di Piero, de Fabrizio De André
Fabrizio De André fue un cantautor italiano famoso por contar historias de personas marginadas como rebeldes, anarquistas y prostitutas, siendo uno de los artistas italianos más exitosos de todos los tiempos.
La Guerra Di Piero es un himno antibélico que cuenta la historia del antihéroe Piero, un soldado que tiene un gesto de clemencia hacia un militar enemigo, no atreviéndose a dispararle, y esta vacilación le resulta fatal, recibiendo un golpe del enemigo que lo mata.
El Pueblo Unido Jamás Será Vencido, de Quilapayún
El Pueblo Unido Jamás Será Vencido es una de las canciones más conocidas vinculadas al movimiento Unidad Popular y a la presidencia de Chile de Salvador Allende, asesinado en el golpe de Estado de 1973.
La canción fue compuesta en 1970 por Sergio Ortega y, en colaboración con el grupo musical Quilapayún, escribió también la letra. Fue este golpe de Estado perpretado por Augusto Pinochet lo que convirtió para siempre en un símbolo de la lucha por el retorno a la democracia tanto en Chile como en el resto del mundo a esta canción.
Entre Poetas Y Presos, de La Raíz
Entre las canciones de protesta actuales, destacamos Entre Poetas Y Presos, de La Raíz, perteneciente a su álbum homónimo de 2016. Un disco en el que defienden la dignidad de la memoria, la identidad de los silenciados, la obsolescencia de algunas instituciones como la monarquía y que es, en definitiva, un grito por la hoguera de los continentes.
Este trabajo, considerado claramente como un conjunto de canciones de rojos y progres, podía ser descargado gratuitamente a través de su web, siendo una descarga solidaria apoyada por el colectivo Defender A Quien Defiende, que promueve desde Barcelona en la sede de NOVACT (Instituto Internacional de Acción No Violenta) la organización contra medidas como la ley mordaza. Y, aun así, el disco en formato físico estuvo durante varias semanas entre los veinte discos más vendidos en España.
Grândola, Vila Morena, de José Afonso
Grândola, Vila Morena es una de las canciones portuguesas más famosas, y mira que hay unas cuantas. Compuesta en 1971, está dedicada, en palabras del propio José Afonso, a la Sociedade Musical Fraternidade Operária Grandolense, activa desde la década de 1950, una de las primeras cooperativas y asociaciones obreras portuguesas, que fue duramente reprimida por el régimen de António Salazar.
Desde su aparición, la canción, que trataba sobre una asociación prohibida, también estuvo prohibida en aquel momento. De hecho, José Afonso tuvo que someterse a interrogatorios y hostigamientos por parte de la policía política del régimen salazarista, la PIDE. En general, en el régimen la canción se asoció con el comunismo, aunque la Sociedade Musical Fraternidade Operária Grandolense no estaba directamente vinculada al Partido Comunista Portugués.
Pero lo más importante, si cabe: la fama mundial de Grândola, Vila Morena está ligada a un hecho histórico muy concreto, del que marcó el inicio: la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974. Fue la retransmisión de esta canción (que estaba absolutamente prohibida) en un popular programa musical de una emisora católica la que dio el pistoletazo de salida. De pronto, en la medianoche de ese día, la Revolução dos cravos (llamada así por las flores que un vendedor ambulante comenzó a ofrecer a los alborotadores la mañana del levantamiento) puso fin a la dictadura portuguesa, que había durado cincuenta años.
La Poesía Es un Arma Cargada de Futuro, de Paco Ibáñez
Gabriel Celaya, poeta perteneciente a la denominada Generación del 36 (también conocida como la primera generación de la posguerra), fue el autor del poema La Poesía Es un Arma Cargada de Futuro, que convertiría en canción reivindicativa el cantante y activista Paco Ibáñez, tan exitoso en España como en Francia (puede que allí más), gracias a sus interpretaciones de las canciones de Georges Brassens en español, convertido en un símbolo de la lucha estudiantil en los 70.
El Vals Del Obrero, de Ska-P
De vuelta a una época más actual, aunque ya tiene sus años (hablamos de 1996), está El Vals Del Obrero, de Ska-P. La canción, perteneciente a su segundo disco, llevó a la banda española a la fama mundial, aunque en este caso no podemos olvidar Cannabis, convertidas ambas en clásicos de la banda y encumbradas tanto por ser canciones reivindicativas como por su acepción de canciones alegres.
Aunque para muchos fans, sus mejores años ya han pasado, el grupo sigue siendo conocido y recordado por sus demandas abiertas contra las injusticias políticas y sociales, con tintes revolucionarios, denunciando, entre otras cosas, la pobreza, la globalización, el imperialismo estadounidense, la religión, la corrupción política, la guerra, la violencia animal, el racismo, la monarquía española y la legalización del cannabis.
Aux Armes Et Caetera, de Serge Gainsbourg
Aux Armes Et Cætera es una canción controvertida compuesta en 1979 por Serge Gainsbourg a partir de La Marseillaise sobre una melodía de reggae.
Si bien su lanzamiento contribuyó a la difusión del reggae en Francia, este tema fue controvertido debido, supuestamente, a sus excentricidades lúdicas y provocativas, recibido con una reacción negativa mordaz, abiertamente antisemita y nacionalista. El juego de géneros de Gainsbourg (himno nacional, canción francesa y reggae) tocó puntos amargos de la identidad francesa, sobre la base de los manuscritos originales de La Marsellesa de Rouget de Lisle. Y eso que Gainsbourg solo altera mínimamente las palabras del himno, dejando que el mismo género reggae realice la crítica, pero también remilitariza y desexualiza la idea principal mientras invierte y reinscribe los roles de revolucionario y opresor en la dinámica contemporánea de la cultura popular y la poscolonialidad.
El caso es que, entre el tema en sí y su éxito en todo el país, la conjunción hizo que muchos se indignaran por esta versión del himno nacional francés, entre ellos Michel Droit, quien escribió un artículo en el que llegaba a insinuar que Gainsbourg, por su espíritu de provocación, perjudicaba a otros judíos, al tergiversar la versión original de La Marsellesa. En resumen, una polémica, esta, que llegó a otros medios y provocó una fuerte reacción de militares y conservadores, lo que volvía a poner en el candelero al provocador cantante de Je T’Aime Moi Non Plus.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.