Qué mejor manera de comenzar un blog de música que con la canción que le da título, ¿no? Muri D’Assenzio (Muros de absenta en español) es una canción de la banda italiana Ianva, perteneciente a su primer LP Disobbedisco! 1918-1920, una de las propuestas más interesantes que se produjeron allá por el año 2006.
Ianva es una banda de Neofolk genovesa formada por componentes de grupos de Rock Progresivo y Black Metal. Podríamos definir su proyecto musical como arqueofuturista, un tributo a la música italiana y europea de los últimos cuarenta años, en las que destacan claras referencias a la música de Ennio Morricone, el Cabaret, la música marcial y una absorbente atmósfera cinéfila.
Disobbedisco! 1918-1920 es un álbum conceptual ambientado en la ciudad de Fiume durante los años 1918-1920, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, cuando Gabriele D’Annunzio proclamó la anexión al Reino de Italia de la ciudad.
Crítica de Disobbedisco! 1918-1920, el primer álbum de IANVA
En el disco se narra la historia de amor que surge entre el Mayor Renzi, oficial de los arditos (la legión fiumana), y la espía del enemigo Elettra Stavros. Muri D’Assenzio es la canción que, digamos, da fin a la historia, la que llega a las más altas cotas de tragedia del álbum. Si bien Disobbedisco es más disfrutable como un todo, hay algunas canciones que sobresalen por encima de la media, como por ejemplo La Ballata Dell’Ardito –incluída en un EP homónimo en 2005-, o Tango Della Menade –increíble y atmosférica declaración de amor-.
Actualmente la banda ha publicado dos álbumes más, con los que siguen profundizando en la historia de Italia. Italia: Ultimo Atto, en el año 2009, en el que podríamos decir que se centran en los años 70, destacando canciones como Piazza Dei 500 (sobre la muerte de Pier Paolo Pasolini), Pasionaria (¿alguien ha silbado Morricone?) o Luisa Ferida; y La Mano Di Gloria, en 2012 (y cuya versión en libro acaba de ser publicada en tres volúmenes), ambientado en un futuro cercano en el que Italia y Europa se encuentran bajo el talón de una oligarquía de iluminados, en el que destacan Edelweiss (increíble canción que demuestra que no han tocado techo), Sul Mio Sangue (con un espectacular comienzo) o Canzone Dell’Eterna Aurora. Destacar, además, la versión que hicieron de la canción Amsterdam, original de Jacques Brel , que incluían en su primer EP.
A pesar de que el desconocimiento del idioma o de la historia italiana pueda ser un inconveniente, la música, las voces y su atmósfera son suficientemente envolventes como para hacer de su escucha algo memorable. Ianva es una banda muy recomendable y, para los que se lo puedan estar preguntando, ellos mismos responden “sin ningún tipo de ideología añadida”.