Si eres seguidor de nuestro blog, sabrás que nos centramos sobre todo en la creación de listas musicales y en hablar sobre grupos y temas actuales que nos gustan. Sin embargo, por mucho o poco que nos hayas leído, posiblemente sí te has percatado de una cosa: no dedicamos muchas palabras ni tiempo al reggaeton. Pues bien, hoy todo eso cambia con un cantante mexicano que se presenta a sí mismo como alguien que quería hacer rock, pero ha terminado haciendo sab-hop.
Sabino, artista mexicano que destaca por unas letras que mezclan humor y profundidad sin término medio que distinga las temáticas entre sí, desde lo sarcástico a lo reflexivo. Generalmente creador de canciones con base hip hop que fusiona con música latina, reggae, jazz o soul, entre otros, este año se ha pasado al reggaeton con una música bien pegadiza y una letra que atraerá, también, a los haters del género que a veces lo bailan en discotecas con una copa en la mano.
Desde la cotidianidad a la crítica con ironía, lo que llama la atención del compositor mexicano es su facilidad para traspasar géneros musicales sin apenas darse importancia y conectar así con oyentes con gustos muy diferentes a los que él ofrece. El ejemplo más claro, donde tampoco se corta con la letra, está en este tema del que hablamos hoy, una canción de amor con una vuelta de tuerca.
El Yin Yang de Sabino es la comedia y la reflexión
La comedia y la reflexión, el sarcasmo lírico y la seriedad de su propuesta, todo se combina y complementa a pesar de las diferencias y posibilidades que hay entre unas y otras opciones vitales y armónicas. Pero como dice un comentario de YouTube en el vídeo de Yin Yang, está chida y todo pero no lo vuelvas a hacer. Leído desde la comedia, está claro que es un seguidor de Sabino que también se sabe reír desde la seriedad. Leído sin conocimiento de causa; es decir, sin saber quién es él y qué clase de música hace, lo más probable es que lo leyeras pensando que es un vendido o algo así. Y no. De hecho, otro comentario explica en tres breves pasos las sensaciones que provoca este tema:
La escuchas por primera vez y es una mierda. La escuchas por segunda vez y no está tan mal. La escuchas la tercera vez y estás cantando el estribillo sin parar. Después de todo, Yin Yang es una sana parodia del reggaeton y como tal la entendemos aquí, como también lo es la música de Lomogoldo & Cañaelomo, a menudo de una calidad muy superior a aquello de lo que se ríe.
Incluso el vídeo que acompaña a la canción es un homenaje a una de las películas más divertidas en su seriedad paródica del cine de su década. Golpe en la pequeña China (Big Trouble in Little China en inglés), la película de John Carpenter estrenada en 1986 sirve conceptualmente de hilo conductor en la historia que cuenta la canción.

(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.