Aelita, vaya portadita… El nuevo álbum de la banda sueca Mando Diao sale a la venta el 2 de mayo y ya he podido escucharlo entero un día antes de su lanzamiento. Aelita es el séptimo álbum de estudio de Mando Diao y con el cual vuelven a retomar la lengua inglesa como vehículo para llegar a los oyentes. Con ella, además, mantienen el espíritu de los 70 vivo, como llevaban haciendo desde los inicios de su carrera, y cuyo cambio en Infruset -anterior álbum cantado en sueco-, les restó cierta popularidad y seguimiento en el extranjero.
Para quien no los conozca (nunca se sabe), Mando Diao es una banda de rock indie que, en función de quién cante dentro de sus dúos musicales -si el guapo o el atractivo-, puede sonar como una banda de garage o como una de pop rock cercana al estilo brit pop de Oasis. Entre sus grandes éxitos destacan Mr Moon, Down In The Past, Long Before Rock’n’Roll, Gold o Dance With Somebody.
Sin grandes cambios en cuanto a lo musical, sí que se podría decir que han evolucionado poco a poco hacia un sonido más cuidado, más cercano al pop rock, recurriendo cada vez con más frecuencia a una amplia instrumentación musical así como a un sonido con menos energía, probablemente como parte del agotamiento de un estilo por el que con cada nuevo álbum, además, eran cada vez más criticados.
Aelita continúa, sin grandes cambios, este camino musical que la banda trazó ya con Bring ‘Em In hace 12 años. Garage y pop rock se dan la mano, siendo el primer single -Black Saturday- el tema que abre el álbum un ejemplo de esto.
La gran sorpresa, en cualquier caso, en todo el álbum, radica en el uso de sintetizadores por todas partes, yendo un poco más allá en la búsqueda de un nuevo sonido con el que volver a dar con la tecla de la fama y sobre todo la apreciación positiva de la crítica. Black Saturday es, como era de esperar en una canción adelanto, un tema disfrutable por su ritmo bailable. La mezcla de guitarras y sonidos electrónicos suena bien, aunque no es especialmente memorable ni única.
Crítica de Aelita, el álbum de Mando Diao
En cuanto al resto del álbum: Rooftop sigue la misma senda sintetizada en el primer tema, pero incluye unos coros femeninos que le dan un toque pop soul agradable, aunque se hace excesivamente larga, llegando a hacer uso en determinados momentos de autotune, a pesar de lo cual el repetitivo estribillo es lo suficientemente atrayente como para continuar escuchando Aelita; Money Doesn’t Make You A Man empieza como si estuviésemos en Suecia, en verdad, en pleno año 1977, el éxtasis de la música disco y el reconocimiento mundial al pop de Abba.
Luego cantan y es todo mentira, pop rock con sintetizadores… Renovarse o morir; Wet Dreams, uno de los mejores temas del álbum, casi con total seguridad: coros femeninos, violines, revival años 70 del bueno, voz que recuerda a la Creedence Clearwater Revival y una sencillez que hasta este momento echaba de menos; If I Don’t Have You, Baby y Lonely Drive, tres canciones seguidas que te dejan frío; Child, la canción más lenta y otra de las más destacables de Aelita; Romeo y Make You Mine, los dos temas con los que cierra el álbum y con los que intentarán despertarme del letargo producido por una mitad del álbum floja en comparación con el resto del álbum.
En definitiva, una bonita instrumentación y una buena producción, aunque con canciones excesivamente largas en general. Mando Diao ha pretendido, con Aelita, unirse a los ritmos que dictan los tiempos, no los puedo culpar. Lo cierto es que muchos pensábamos que el resultado iba a ser mucho peor y al final aprueban con nota, aunque en líneas generales acaba por ser un álbum cansino y escaso de sorpresas, más allá del papel protagónico de Björn Dixgård en detrimento de Gustaf Norén durante casi todo el álbum.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.