Bueno, ya tenemos (desde hace un mes) nuevo sencillo de una de las artistas más exitosas de los últimos años. Aún recuerdo cuando cada semana estaban entre las más escuchadas en todo el mundo en Last.fm. Quién me iba a decir a mí, cuando escuché a Karen Marie Ørsted por primera vez a mediados de 2014, que se convertiría en una de las grandes cantantes pop del momento, a falta de tener más novedades. Sin duda, de la mejor música de 2015. Ya se sabe que no nos gusta sólo disfrutar del momento, sino que preferimos tener en cuenta el futuro también.
Hablamos de Kamikaze, hablamos de más pop electrónico, de más voz con terminaciones nerviosas, de estrofas claras, afiladas y cortantes. Pero sobre todo, como viene siendo habitual, hablamos de estribillos agradables, repetitivos y que juegan con las palabras repetidas, los puentes y los diferentes cambios de coros que la acompañan.
Producción y talento, seguramente. Aunque debo decir que no entiendo el diseño de la portada; a ver, el título de esta canción es japonés y ya todo el mundo sabe lo que significa y su uso es universal, como hara-kiri, pero, ¿y la ropa que me lleva? ¿Y lo de la cabeza? Bueno, serán cosas de la edad y de que cualquier cosa que se ponga le está bien (al menos hasta que se vea en 15 años).
¿Y la postura? Pues eso, que igual nuestra amiga Karen es danesa, pero guarda un concepto sobre Japón y sus gentes similar al que tienen los estadounidense sobre los españoles, todos con bigote y con acento mexicano… Pero al lío: dentro del pop, dentro del electro-pop, si me tengo que quedar con algo, es con esto, con Kamikaze, con MØ, con algunas cosas de Grimes, de iamamiwhoami, y por qué no, de Banks, de MS MR y alguno de sus correspondientes lanzamientos y “competidores”.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.