Cine asiático

El cine asiático tiene mucho que ofrecer. Historias interesantes, un lado técnico extremadamente refinado, pero sobre todo una gran variedad de temas y géneros que hace que casi todos los amantes del cine encuentren algo por sí mismos en él. Los éxitos de taquilla visualmente impresionantes del Lejano Oriente se mezclan con los dramas iraníes o las películas de Bollywood, porque Asia no es sólo Japón, China y Corea. De Japón estamos acostumbrados a propuestas muy locas, cine de terror y también a la tranquilidad total, mientras que de Hong Kong tenemos thrillers de acción casi insuperables, porque fueron superadas por unas películas coreanas violentas llenas de giros y trucos narrativos casi perfectos.

Sabemos que una gran parte de las películas asiáticas está profundamente arraigadas en la cultura local, pero están hechas de tal manera que las historias se vuelven universales y se entienden igual de bien en todo el mundo. Pocos títulos llegan a nuestro país, para todas las producciones que estrenan al año, pero la situación sigue siendo mucho mejor que hace unas décadas. Y este aumento de nuestro interés comenzó sobre todo durante los 50 (debido principalmente a Japón), momento en que el cine asiático vivía un gran momento con los entonces ya maduros Yasujirō Ozu o Akira Kurosawa.

Es muy difícil elegir las mejores producciones entre tantas obras geniales y completamente diferentes a lo largo de los años, por eso en esta etiqueta la variedad lo es todo, pero, además de dichos artículos que encontrarás al final, también hemos querido dejarte con una lista de las 5 mejores películas asiáticas de los últimos años. Podía haber sido mucho más larga, obviamente, pero queremos que también conozcas otras mucho menos famosas y de las que te hemos hablado en el blog.

Las mejores películas del cine asiático de los 2000

Tigre Y Dragón (Tajwan, 2000)

En el año de su estreno, esta película fue considerada un fenómeno. Su director, Ang Lee, ya tenía un puesto consolidado en Hollywood (realizó, entre otras, la aplaudida adaptación de Sentido Y Sensibilidad), pero decidió iniciar una producción en mandarín, haciendo referencia a los elementos más clásicos de la cultura asiática. La película recaudó más de 200 millones de dólares en todo el mundo y fue nominada a hasta 10 nominaciones al Oscar (ganando cuatro estatuillas).

Los críticos y el público estuvieron de acuerdo en que fue algo realmente especial. Sobre todo, se elogiaron las excelentes escenas de lucha supervisadas por Yuen Woo-ping, responsable de la coreografía de Matrix. Fue esta película la que popularizó el género wuxia en todo el mundo.

3 Idiots (India, 2009)

Una gran sorpresa que ha quedado convertida en una perla del cine indio. La película deleitó no solo a la audiencia local, sino también a los organismos que otorgan los premios de la industria. Luego emprendió un viaje alrededor del mundo, convenciendo a los espectadores de fuera de la India.

Por supuesto, incluye escenas de baile y música, pero 3 Idiots elude la imagen clásica de Bollywood. Esta historia simple pero entrañable combina a la perfección la comedia con el drama y viceversa, sin dejar que te aburras nunca (aunque dura casi tres horas). Un gran elogio de la amistad y de la vida en general, que debería hacer sonreír a todo espectador.

Nader y Simin, Una Separación (Irán, 2011)

Ganador del festival de Berlín, ganador del Globo de Oro, Oscar, César y decenas de premios más. Lo más importante, son bien merecidos. Asghar Farhadi es un maestro de la escritura de guiones. Su película anterior, A Propósito De Elly, fue una pequeña obra maestra en ese sentido, pero en Nader y Simin, Una Separación se superó a sí mismo.

Una vez más, una situación trivial, aparentemente insignificante, provoca una avalancha argumental. Esta historia es universal y realmente podría suceder en cualquier lugar, además te involucra y te agarra hasta la garganta. Grandes diálogos reales y protagonistas muy creíbles ayudan aún más a completar la obra. Así, no solo es una de las mejores películas iraníes o asiáticas, sino también una de las mejores del mundo. Es difícil encontrar muchos títulos mejores en la década.

Deseando Amar (Hong Kong, 2000)

Una película de buen gusto sobre un amor inusual que conecta inesperadamente a la Sra. Chan y al Sr. Chow. Alquilan habitaciones en pisos contiguos y ambos sospechan que sus cónyuges, que a menudo se marchan, les son infieles. Se sienten muy solos, pero cuando el afecto comienza a formarse lentamente entre ellos, tienen la oportunidad de un gran cambio. Pero, ¿tendrán el coraje de aprovecharlo? Esta historia podría haber sido una historia de romance banal, pero el director Wong Kar-Wai creó una película única, fascinante no solo por la trama, sino también por las soluciones visuales utilizadas.

Oldboy (Corea del Sur, 2003)

El cine coreano es para muchos Park Chan-wook y su trilogía de la venganza, sobre todo en esta década, si bien ya sabemos que es mucho más complejo y tiene muchos más talentos y grandes películas últimamente. Cada una de estas tres películas tiene algo especial, pero quizás la mejor es Oldboy, de la que Quentin Tarantino dijo una vez: “Esta película es más tarantiniana que cualquier cosa que haya hecho yo mismo”. Teóricamente simple, basado en la venganza de un acosador, la trama esconde un montón de soluciones extrañas pero intrigantes. Cine oscuro, inteligente y sorprendentemente realizado. Todo el mundo recuerda la escena de lucha en el pasillo, pero esa es solo una cima más en su iceberg visual.