Como lo lees, Three Days Grace acaba de publicar el octavo álbum de su trayectoria, titulado Alienation, el 22 de agosto de 2025 y lo hace por todo lo grande recuperando a su vocalista original, Adam Gontier, que abandonó la banda tras el lanzamiento de Transit of Venus en 2012 para empezar un proceso de desintoxicación, recuperación y puesta a punta psicológica que le permitiese volver a ser una persona mínimamente cabal y, poco después, crear grupos con otros famosos artistas canadienses del entorno Post-Grunge.
Lo sorprendente, más allá del regreso de Gontier, es cómo la banda ha recuperado a su anterior vocalista sin por ello castigar a su eficaz y fiel sustituto, Matt Walst —miembro hasta entonces de My Darkest Days y otrora hermano de Brad Walst, bajista de la banda—, evitando el feo, lo desagradecido que sería a ojos de todos y el debate público que por ejemplo tuvo lugar con La Oreja de Van Gogh tras el ¿anuncio? del abandono de Leire Martínez por el regreso de Amaia Montero como vocalista de la banda.
Los seguidores de Three Days Grace que no estábamos al día de las novedades de la banda más allá de las musicales, fuimos sorprendidos el 22 de noviembre de 2024 con el lanzamiento del single Mayday, que, ya desde los primeros segundos, recordaba sin ninguna duda al tema Animal I Have Become —del álbum One-X (2006)—. Este hecho, que tratándose de dos canciones de una misma banda no tendrían por qué llamar la atención de nadie, en este caso hizo que más de uno fuésemos a YouTube para comprobar si había vídeo y si esa voz que sonaba al inicio pertenecía al mismísimo Adam Gontier… y qué ilusión para el adolescente que fuimos cuando descubrimos que sí.
Vuelve Adam Gontier y con él el Hard Rock angustiante que dio fama a Three Days Grace
El single, que sirvió de presentación y anuncio de Alienation, no solo fue una grata sorpresa; fue, por encima de todo, el anuncio de un regreso que de repente resultaba mucho más interesante por el simple hecho de saber cómo iban a encajar dos posibles egos que han llevado a la banda por caminos algo diferentes en términos de temas a tratar e incluso de tono. Donde Adam Gontier era rabia y angustia Post-Grunge juvenil, Matt Walst era alguien con una inclinación más romántica de la angustia y que trajo elementos electrónicos al Hard Rock que empezaron a tocar una vez el Post-Grunge dejó de sonar fresco.
Lo cierto es que Gontier y Walst mantienen una química muy sólida, y no solo en Mayday, aunque aquí obviamente es mucho más notoria, con el tono vocal más agudo de Walst complementando maravillosamente la voz áspera de Adam. En prácticamente todas las canciones del álbum, que da inicio con todos los singles de adelanto —Dominate, Apologies, Mayday y Kill Me Fast— para que no quieras dejar de escuchar, sus voces aportan mucha energía a los estribillos que, entre Power Ballads y Hard Rock clásico, entrelazan melodías y riffs encantadoramente simples y pegadizos que recuerdan a los Three Days Grace de su primera etapa (o era).
Las letras, parece que con mayor peso autoral de Gontier aquí, vuelven de manera lógica, pero sobre todo natural, a la tendencia de la banda de ver las cosas con una perspectiva de “vaso medio lleno” en tiempos difíciles, pintando una imagen positiva que afirma que, aunque Three Days Grace o sus oyentes atravesemos momentos de incertidumbre, siempre nos apoyaremos mutuamente, en las buenas y en las malas.
Es un dulce amor fraternal, a pesar de tratar la alienación a lo largo de todas las canciones, más o menos enérgicas, melódicas oapasionadas. Un álbum, este Alienation, que destaca en su vuelta a los orígenes gracias, también, al trasfondo que se vislumbra en el hecho de que el regreso de Gontier no implicase que la banda expulsara a Walst, sino que mantuviera a ambos miembros. Y creo que todo ese sentimiento se refleja tanto en Mayday como en el resto del álbum, donde cada miembro tiene su momento para brillar.
Three Days Grace ha vuelto y está en su mejor momento. ¡Brindemos por ello!
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.