En murosdeabsenta somos muy fans de la escena hip hop actual en España. Y eso es nuevo. Hace más de 15 años sobrevivíamos a base de rap y nu metal anglosajón. Salvo excepciones como Violadores del Verso, Frank-T o Nach (cuando era Scratch), si acaso El Chojin, la realidad es que considerábamos a los raperos españoles como escasos de flow, líricamente limitados (u obsesionados con superficialidades) y sin unas capacidades impresionantes para unir su voz a la base y hacer con ambas una gran canción. Y si lo hacían, era algo más bien puntual.
Si dijésemos ahora que los nombres mencionados en el primer párrafo han sido algunos de los profesores en la escuela que ha formado a los raperos españoles actuales, algo de verdad habría, seguramente, pero desconocemos hasta qué punto. Sin embargo, cabe mencionar que, de entre todos ellos (muchos amigos y colaboradores entre sí), hay uno que destaca por encima de la media de millennials con inquietudes culturales y buen flow. No sólo por su sorprendente juventud (dadas sus letras), tampoco por su implacable energía (propia de su edad), sino por comprender en él todo lo que hace una década no éramos capaces de ver en apenas ningún rapero de la escena de forma constante.
Ya, vale: estaba (y sigue estando) Kase-O, el padre de todos los demás (para muchos), pero su estilo no llegaba con tanta fuerza. De hecho, no fue hasta su último álbum que se atrevió realmente a dar más de sí y demostrarnos su versatilidad en géneros dispares y saliendo siempre bien parado. Y aunque el propio Kase-O (cual Michael Jordan sobre su sustituto en la NBA) mencionó a Ayax como el rapero joven que más le gustaba, es posible que entre él, su hermano Prok, Fernando Costa y Hard GZ esté la pugna. Basta con escucharles, todos juntos o por separado, porque casi todos han cantado juntos algún tema. Y eso sin olvidar a Día Sexto o Los Chikos del Maíz (y, por extensión, a Sons of Aguirre y Riot Propaganda).
El rap en Afrohard, de Hard GZ
Pero si quedaba alguna duda sobre el nivel del rap en español, llega Hard GZ, una vez más (como hizo con el tema Postureo) y, usando terminología de gente más joven que nosotros, se la saca con una canción que, pese a seguir siendo hip hop puro, está llena de sonidos y géneros variados que le alejan de otros compañeros y le ascienden sobre ellos. Una rara avis musical en español (aunque a otro nivel existen excepciones como Dremen), una mezcla de esparcimiento, jolgorio y pasatiempo musical lleno de contenido lírico de calidad. Algo, esto último, a lo que ya nos tiene acostumbrados desde hace tiempo. Un género (el hard) en sí mismo.
Destacar a estas alturas, además, el nivel de las bases que aportan todos los productores que comparten créditos con estos artistas ya resulta casi innecesario, dada la normalidad con que se vive. Estamos viviendo un gran periodo, tanto por la calidad como por la cantidad, y debemos disfrutarlo, sobre todo ahora que hay variedad, y agradecer a los primeros que hayan permitido estos segundos. Un renacer de un género que había sido absorbido, para muchos, por el trap y por raperos anglosajones aburridos (y no nos referimos a Kanye West) que, sin embargo, lo petan sin límites.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.