Hubo un momento en la historia de la música en el que la concentración de grupos con cantantes de voz temblorosa fue aplastante y echo un poco de menos su existencia en mis descubrimientos semananles. Algo había en ellos que te transmitía fragilidad, llanto, alegría… Emoción, vaya, y sobre todo la sensación de escuchar no solo cantar, sino también interpretar (aunque a veces pueda sonar estridente).
Para mí, el momento más álgido de esta tendencia musical “inventada” por Neil Young con su estilo vocal vacilante y perfeccionado por Jello Biafra o Robert Smith y sus bamboleos, por llamarlo de algún modo, tuvo lugar entre 2004 y 2007 (al tiempo que en el rock triunfaba el emo), si bien muchos de los grupos que he elegido ya venían con una larga carrera a sus espaldas y siguieron publicando discos durante los años siguientes (siguiendo en activo todavía en 2024). Lo que significa que igual ese periodo de tiempo coincidió con el momento en que yo los escuchaba y puede que ya antes y después existieran chorrocientos grupos iguales que no he podido conocer.
Como siempre, a continuación te dejo una playlist con las canciones que más me gustan de estos grupos o cantantes de voz temblorosa (sin autotune) y a continuación mis grupos favoritos de la época. Algunos de ellos, como leerás, comparten vocalistas u otros miembros de la banda.
Lista de grupos con cantantes de voz temblorosa
Modest Mouse
Modest Mouse, la banda liderada por Isaac Brock, es una de las más longevas de la lista (y en activo). Referente del indie rock introspectivo, la temblorosa voz de Brock es todo un sello distintivo que añade una vulnerabilidad que combina perfectamente con las letras agridulces de la mayoría de canciones del grupo, a menudo relacionadas con la desesperación existencial, la incertidumbre y las contradicciones de la vida moderna.
Su disco más emblemático (y mi favorito de su carrera), Good News for People Who Love Bad News (2004), incluye el éxito “Float On”, que destaca no solo por su ritmo optimista, sino también por la característica vocal de Brock, una mezcla de balbuceos, gritos y tonos vacilantes que dan vida a las letras, pero en la playlist también encontrás “Ocean Breathes Salty”, “The World At Large” o “Dashboard”.
Bright Eyes
Conor Oberst, el alma detrás de Bright Eyes, es probablemente uno de los ejemplos más representativos del estilo vocal vacilante. Su voz fluctúa entre la fragilidad absoluta y momentos de desesperación cruda, lo que da a su música un carácter profundamente emocional.
En el álbum I’m Wide Awake, It’s Morning (2005), se pueden escuchar estos cambios repentinos en canciones como “First Day of My Life”, donde la ternura y la vulnerabilidad se ven reflejadas en cada fraseo. Oberst canaliza la melancolía y las dudas existenciales de manera que hace sentir cada palabra como una confesión personal, un rasgo que define tanto su trabajo en Bright Eyes como en su carrera en solitario.
Otras muestras que encontrarás en la playlist son “Bells and Whistles” (publicada en junio de 2024), “Road to Joy”, “Old Soul Song (for the New World Order)”, “Lua”, “Persona Non Grata” o “We Are Nowhere and it’s Now”.
Wolf Parade
La banda canadiense Wolf Parade, con figuras claves de esta forma de cantar como Dan Boeckner y Spencer Krug alternando en las voces, es un ejemplo de cómo el estilo vocal tembloroso puede elevar la intensidad emocional de una canción. Boeckner aporta una voz más directa y estridente, mientras que Krug reúne sus líneas vocales en formas más etéreas y vacilantes.
El álbum Apologies to the Queen Mary (2005) es un ejemplo perfecto de cómo ambos estilos vocales se complementan, con canciones como “I’ll Believe in Anything” “Shine a Light” o “Modern World”, donde las voces no solo narran las letras, sino que también las interpretan con una desesperación casi palpable.
CocoRosie
Las hermanas Bianca (Coco) y Sierra (Rosie) Casady, más conocidas como CocoRosie, aportaron una dimensión completamente nueva al indie con su mezcla de folk, electrónica y ópera, fusionada con letras oníricas y voces frágiles. Bianca, en particular, tiene un estilo vocal que parece estar bordeando lo amateur, con un tono tembloroso que se entrelaza con los ritmos inusuales y los arreglos de producción lo-fi.
Este enfoque inusual es parte de lo que hace a CocoRosie tan fascinante: su música parece siempre a punto de desmoronarse, pero funciona como un todo, generando una atmósfera agridulce y profundamente emotiva en canciones como “Noah’s Ark”, “Beautiful Boyz”, “Lemonade” o “Werewolf”.
The Spinto Band
Aunque The Spinto Band no alcanzó el nivel de fama de algunos de sus contemporáneos, su energía juvenil los convirtieron en una parte esencial de la escena indie de mediados de los 2000 con prácticamente un One Hit Wonder.
Pero cómo no mencionarlo, si todos su temas aportan estilos vocales que a menudo suenan tan nerviosos y vacilantes como las voces que asociamos a la adolescencia. Canciones como “Oh Mandy” del álbum Nice and Nicely Done (2005) demuestran su habilidad para equilibrar la energía y la emoción con un toque de inestabilidad vocal, añadiendo capas de emoción a sus juguetonas canciones.
Anohni
Anohni es una de las vocalistas más singulares de su generación. Su voz temblorosa, combinada con su rango vocal inusual, crea una mezcla profundamente conmovedora de fragilidad y poder.
Anohni ha hablado abiertamente sobre la importancia de la vulnerabilidad en su música, y esto es evidente en su trabajo tanto con Antony and the Johnsons como en su carrera en solitario. Su álbum I Am a Bird Now (2005) es una oda a la identidad y la transformación, con su voz temblorosa en el centro de todo, navegando entre el dolor, la esperanza y la resignación.
Manos de topo
Esta banda española es conocida por la voz característica de su vocalista, Miguel Ángel Blanca, que muchos describen como una mezcla de lamento y llanto. Su estilo exagerado, que parodiaba el género de la canción romántica con temas irónicos basados en fracasos, a menudo dividen opiniones, pero no se puede negar que hay una vulnerabilidad auténtica en su forma de cantar que pocos pueden replicar.
En temas como “Es feo”, “Mentirosa”, “El cartero” o “Morir de celos”, la voz llorosa de Blanca se entrelaza con letras llenas de sarcasmo, humor y tristeza, creando una experiencia auditiva única y memorable.
Interpol
Paul Banks, el vocalista de Interpol, es conocido por su voz grave y algo temblorosa, que encaja perfectamente con el post-punk revival en el que la banda se hizo famosa.
En su disco más influyente, Turn on the Bright Lights (2002), Banks mezcla la severidad de la voz de barítono con momentos de vulnerabilidad que se manifiestan en temblores sutiles al final de ciertas frases, como en la canción “NYC”. Este enfoque vocal, aunque menos extremo que otros en esta lista, todavía añade una capa de emocionalidad y autenticidad a la oscuridad de la música de Interpol.
Destroyer
El prolífico Dan Bejar es el cerebro detrás de Destroyer. Su voz es un reflejo de la vulnerabilidad emocional que transmite en sus letras, que a menudo son poéticas y surrealistas. En el álbum Destroyer’s Rubies (2006), Bejar explota ese tono de voz tembloroso que a menudo suena como si estuviera en el borde del quiebre emocional.
Su voz, aunque suave y melódica, muestra un nerviosismo que hace que cada palabra parezca cargada de significado.
Clap Your Hands Say Yeah
Alec Ounsworth, vocalista de Clap Your Hands Say Yeah, tiene una voz que es casi imposible de ignorar. Su forma de cantar, similar en cierto modo a la de Nick Krill de The Spinto Band, ayudó a que la banda se destacara en la saturada escena indie de mediados de los 2000.
En su álbum debut homónimo (2005), canciones como “The Skin of My Yellow Country Teeth” presentan una mezcla de desafinaciones y temblores que, lejos de restar, añaden una urgencia emocional a la música.
Swan Lake
Concluyo la lista con Swan Lake, el supergrupo canadiense formado por Dan Bejar (Destroyer), Spencer Krug (Wolf Parade, Sunset Rubdown) y Carey Mercer (Frog Eyes), tres músicos con estilos vocales muy distintivos, pero todos ellos temblorosos.
La contribución de cada uno de ellos a la banda aporta una capa única de temblor y fragilidad vocal. En su álbum Beast Moans (2006), las voces de Bejar y Krug en particular, con su estilo vacilante y a menudo errático, proporcionan una profundidad emocional que puede sonar caótica, pero está llena de matices.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.