El mejor año de la música fue 1967. Esa es la respuesta a la pregunta ¿cuál fue el mejor año de la música? Una vez resuelta dicha duda, queda la cuestión de los gustos de cada uno. Por eso, en esta entrada vamos a dar una serie de alternativas que van a cubrir algunos años más y donde te compartiremos playlists con lo mejor de dichos años para que tú puedas elegir. Aun así, para nosotros está claro. Sin el año 1967 en la música, el concierto de Woodstock del 69 nunca habría sido lo que fue, ni los 70 habrían sido lo que son: la mejor década de la música hasta hoy, en verano de 2022, cuando escribimos estas líneas.
Pero, repetimos, al final es una cuestión de gustos musicales y también de vivencias personales. Después de todo, la justificación que acabamos de dar para elegir el 67 como el mejor año en la música valdría también, en otros términos ligeramente diferentes, del año 1979 o del 93, Es por ello que queremos darte unas cuantas opciones. No sólo como alternativas, sino también para que puedas conocer las que son, para nosotros, los mejores años de la música por décadas.
Por tanto, y sin más dilación, después de esta introducción encontrarás nuestras playlists divididas por el mejor año musical de cada una. Porque las palabras se las lleva el viento y hechos son amores y no buenas razones. Disfruta a continuación descubriendo cuál fue el mejor año de la música en cada década desde 1960 hasta 2019. Que nadie pueda decir que no proponemos diversidad de estilos para que todas las generaciones y todos los gustos puedan participar en nuestra selección. A ella, como siempre, te invitamos a suscribirte entrando en nuestro perfil de Spotify, donde encontrarás estas y otras listas de reproducción que normalmente están también disponibles en el blog.
¿Cuál fue el mejor año de la música?
Año 1967: 100 clásicos imperecederos
Dentro del razonamiento para otorgar el premio a mejor año de la música al año 1967 no sólo está lo que ya hemos contado. Otro dato relevante es la propia fecha. Cuanto más antigua es la música, más fácil es que se vuelva pasada de moda y quede relegada a su propio momento. Sin embargo, en este año encontramos lo mejor de cada género. Música imperecedera que mantiene su esencia y todavía hoy es actual. Claro, algunos casos de los que forman parte de la lista no tienen la misma fuerza, pero géneros como el rock o el soul no hacen más que ganar con el paso del tiempo.
Entre las mejores canciones de 1967, encontramos clásicos como Respect, de la reina del soul Aretha Franklin o dos éxitos de los Bee Gees previo a ser los abanderados blancos de la música disco. Grupos emblemáticos como The Beatles, The Rolling Stones o The Doors compartieron canciones en las radiofórmulas y apareciendo en el Billboard estadounidense entre los más vendidos. Bandas no tan recordadas, pero tan creativas como Captain Beefheart & His Magic Band, Cream o la psicodelia de Jefferson Airplane.
Año 1979: 98 canciones adelantadas a su tiempo
En líneas generales, 1979 es el mejor año de la música para la mayoría de los expertos musicales. En nuestro caso, podemos nombrar al periodista Xavi Sancho, que dedicó un artículo en Babelia a explicar los motivos por los que estamos ante El Año. Desde aquí, estamos bastante de acuerdo con todo lo que dice, y el hecho de que en nuestra playlist el número de canciones incluidas sea superior al de cualquier otra lista de la década de los 70 sólo hace por confirmarlo un poco más.
Entre las principales razones detrás de esta elección, además de las ya mencionadas, está la de ser el año que más géneros parece aglutinar en su mejor momento o, al menos, en el momento preciso para introducir todo lo que vendría después. Estamos ante lo mejor de la música disco. La música electrónica hace algunos años que se está desarrollando para convertir el pop en algo completamente nuevo. El rock, que ha trascendido décadas pasadas con nuevos sonidos y peinados, también parece haber encontrado nuevas maneras de molar, destacando tanto el punk como el rock duro. La nueva ola ya estaba sonando en todas partes, así como la música dance. Nace el rap comercial. Tenemos a ABBA siendo ya la mayor potencia mundial de la música.
El año 1967 destacaba por ser prácticamente el mejor año de todos los grupos que allí aparecían. Un cartel insuperable para cualquier festival incluso hoy. Un año donde todos los sonidos existentes hasta entonces parecían haber llegado a su mejor momento, perfeccionado hasta el extremo. Mientras tanto, el año 1979 era un año de nuevos sonidos, sobre todo, que se mezclaban con algunos que no durarían mucho más, pero que ayudan a comprender por qué para nosotros los 70 es la mejor década musical del mundo, a pesar de la nostalgia ochentera. Nos encanta la amalgama de subgéneros que aparecen, la mezcla de sonidos de orquestas con otros producidos con una especie de ordenador. Mantener el soul o el R&B, pero ahora con un funk que usa los sintetizadores para acariciar nuevas sonoridades únicas hasta el momento.
Año 1984: 97 éxitos pop y rock bailables
Si nos guiamos por el número de canciones existentes en nuestras playlists, el mejor año de la música en los 80 es 1984. En este caso, no por una cuestión de súmmum o de cantidad de géneros o subgéneros compartiendo listas de éxitos y presencia en anuncios de televisión actuales. Al contrario: aquí lo que destaca es el número de canciones que nos gustan. Y es que la música de 1984 destaca más por la variedad de artistas y grupos que por otra cosa, a pesar de que también hay variedad en otros sentidos. Sin embargo, sorprende la hegemonía de la música pop, ya sea mezclada con otros subgéneros o no. Es la década de las power ballads, algo que ejemplifica bastante bien cómo el pop se fue comiendo todo lo que estaba todavía vivo.
A pesar de todo, resistían conocidos rockeros de los 80 como Bon Jovi, Iron Maiden, Kiss o Metallica. Destacan, además de los tres grupos de rock mencionados, los éxitos de Alphaville y Bonnie Tyler. Los tres singles que Bruce Springsteen publicó como presentación del álbum Born In The U.S.A. El pop empoderante de Madonna o Cyndi Lauper. El funk discotequero de Chaka Khan o el R&B de Dennis Edwards con Don’t Look Any Further. Pero también míticos como Depeche Mode, Eurythmics, Foreigner o Frankie Goes To Hollywood. Y no seguimos porque es escribir nombres de cantantes y grupos sin ningún criterio más allá del lanzamiento de sus singles o sus álbumes. Piensa que todavía estamos en la letra M, por lo que quedaría más de la mitad de la lista de reproducción por descubrir.
Año 1999: 127 formas de cerrar un siglo y un milenio
En alguna que otra ocasión, sobre todo cuando hablamos de nuestra playlist de los 90, hemos afirmado que el año 1999 es, en términos similares a los de 1979, el inicio de una nueva época y el fin de otra. En este caso, claro, también hay un poco de vivencias y experiencias que quizá explican más esta elección, además de la únicamente musical. Para empezar, porque a nosotros el Nu Metal que acampaba a sus anchas por aquel entonces nos parecía lo mejor que había entonces, junto al rap de los 90. Una era dorada que, al contrario de lo que ocurrió en los 80 que siguieron al fin de los 70, no duraron tanto tiempo en la cresta de la ola como aquellos otros géneros.
Sin embargo, sí que vemos ciertas similitudes, como en la prevalencia de un nuevo pop que parecía haber sido desarrollado en Europa, pero que los productores estadounidenses supieron reconvertir en suyo con el pop de los Backstreet Boys. En Europa, eso sí, estaban las Spice Girls para hacer sombra, pero también competían con la nueva estrella Britney Spears o con Christina Aguilera. Además, el punk llevaba unos años en modo revival (sobre todo el californiano) con la presencia de los Blink-182 o el humor de los Bloodhound Gang. El grunge resistía, aunque empezaba a dar paso al post-grunge, menos deprimido, aunque tampoco mucho menos. Y luego, por otra parte, los ritmos latinos que se abrían paso por el mundo anglosajón. Enrique Iglesias y Ricky Martin lo empezaban a petar cantando en inglés sus éxitos en español (o viceversa), pero también Jennifer Lopez. En definitiva, que a la música disco y house que llevaba prácticamente toda la década sonando fuerte en discotecas (que en España era conocida como bakalao, por su ruta), se iban sumando otros géneros existentes, pero renovados, que daban un nuevo aire a la música moderna.
Año 2008: 100 formas de revival
Para elegir el mejor año de la música de los 2000, hemos tenido que cambiar la forma de elegirlo. Donde antes nos basábamos en el número de canciones por año, ahora toca prestar atención al número de canciones que un servidor ha escuchado por año desde el 2005. El motivo, que nuestras playlists desde el año 2000 tienen como limitación la misma en cada año. Ya no destaca ninguna en ese sentido. Por tanto, vamos a ver qué nos dice Last.fm en términos de número de canciones escuchadas por año.
De acuerdo con estas estadísticas, en 2008 escuchamos un total de 54.472 canciones, superando las 54.165 del año 2007. Entre ellas, destacan tres géneros sobre cualquier otro. Por una parte, el hip hop bailable que precedía a todo lo que estaba a punto de venir a lo largo de los siguientes años (en manos de David Guetta y los Black Eyed Peas principalmente).
Por otro lado, el género de las grandes divas del pop, si es que podemos arrejuntar a todas en uno solo: Lady Gaga con Just Dance y Poker Face, Beyoncé con Halo y Single Ladies, Katy Perry con Hot N Cold y I Kissed A Girl o Rihanna con Disturbia.
Por último, englobaríamos como uno solo varios géneros, ya que los propios expertos musicales así lo decidieron a lo largo de esta década, definiendo como música indie diferentes tipos de sonido. Entre los más destacados, Kaiser Chiefs, Kings Of Leon, Foals o Fleet Floxes.
Año 2016: 100 canciones difíciles de definir
Parece cierto lo de que en la variedad está el gusto. Por lo menos parece un buen método para entender la evolución que ha habido en la música desde sus orígenes. Además de todo lo que implica el paso del rap al trap, o los cambios que ha implicado el éxito del reggaetón en todas partes del planeta, también resulta muy interesante comprobar que el propio mercado actual ha definido mucho más la forma en que nosotros escuchamos.
Además de haber vuelto en cierta medida al modo en que en los éxitos de los 50 y 60 los artistas publicaban singles antes que elepés, también parecen haber desaparecido las fronteras que separan a los grandes éxitos de las canciones que pasaron por la vida sin pena ni gloria. Todo porque ahora, al menos en parte, son los propios oyentes los que eligen. No del todo, claro, porque seguimos expuestos ante lo que nos ofrecen en las discotecas, en la radio o en TikTok (y otras nuevas formas de llegar a la gente). Eso no quita que también tengamos que sufrir al algoritmo que nos da a todos lo mismo, aunque diferente en función de lo que escuchas tú y los otros que escuchan lo mismo que tú.
Adónde me gustaría ir a parar con esta digresión, es un misterio. Lo que sí está claro es que en el año 2016 hay un poco de todo, por lo que resulta difícil definir lo que aparece en nuestra playlist. Sorprende la presencia de grandes leyendas que ya estaban triunfando en el 2008, pero más sorprende cómo la autoconsciencia que produce el conocimiento de lo ya existente sirve para crear tantos nuevos sonidos que parecen seguir siendo similares a aquellos pretéritos ya oídos. Sin embargo, basta con oír a Aesop Rock con Kirby o a Kanye West con Famous (y Rihanna) para ver lo mucho que ha cambiado el hip hop en su propia falta de cambio. La épica en una parte de la historia, la completa sencillez en la otra.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.