Bandas sonoras de películas

La música en el lenguaje audiovisual puede ayudar a dar vida a una historia y definir a un personaje en un grado más profundo. Una gran banda sonora no solo puede hacer que una película o una serie normalitas sean un poco mejor, sino que también puede hacer que el buen cine quede en el recuerdo como excelente. Por eso, en esta categoría queremos hablarte de algunas de las mejores bandas sonoras de la historia y de nuestras favoritas. Pero además de los artículos que encontrarás tras este texto, aquí te dejaremos con una pequeña lista por donde empezar.

Porque una banda sonora de fondo, sencilla simple pero melódica, puede llevarte a una montaña rusa de emociones inolvidables. Desde temas centrales icónicos, hasta composiciones menos recordadas pero igualmente reconocibles entre los amantes del cine (y los publicistas). Pero no sólo música instrumental, también debemos mencionar canciones compuestas expresamente para películas míticas como Fiebre Del Sábado Noche o, más recientemente, en series como Euphoria, donde la música tiene mucha importancia dentro del lenguaje de la serie.

Todo ello sin olvidarnos de aquellos compositores de bandas sonoras que cambiaron para siempre la forma en que la música y el cine interactúan con sus trabajos, influyendo en todo el cine posterior. Es lo bueno que tiene la invención del séptimo arte, que como lenguaje es un compendio que permite recurrir y reivindicar muchas cosas diferentes que valen la pena. De ahí que, a continuación, tengamos que limitarnos a música clásica, dejando de lado Pulp Fiction, Alta Fidelidad o American Graffiti, por citar tan solo 3 ejemplos.

Las mejores bandas sonoras originales de todos los tiempos

Gladiator, de Hans Zimmer

Maravillosa música de Hans Zimmer. Gladiator, Interstellar o Pearl Harbor fueron, cada una en su momento, una revelación para todos los amantes del cine que le descubrían. Década a década, forjando una leyenda y reinventándose con cada nueva propuesta cinematográfica.

Además de todo lo que ya sabemos de la película y del tema principal interpretado por Lisa Gerrard, podemos añadir que las melodías escritas por este compositor evocan a la imaginación las escenas clave de la película, que expresa todas las emociones recogidas en ella con total precisión. Y eso, teniendo en cuenta que Gladiator es una de esas películas a las que puedes volver cientos de veces, no está nada mal.

La Vida Es Bella, de Nicola Piovani

Nicola Piovani, compositor italiano de música para cine y teatro, ganó el Oscar a la mejor banda sonora por La Vida Es Bella, la película dirigida por Robert Benigni. La obra del realizador italiano es para muchos una obra maestra y para otros una bajeza moral. Lo que nadie parece discutir, sin embargo, es que el trabajo de Piovani es muy disfrutable. Tanto, que el poder del mensaje de la cinta no hubiera sido tan potente de no ser por la excelente música que la acompaña.

Forrest Gump, de Alan Silvestri

Entre las composiciones originales de Alan Silvestri y las canciones populares que definieron las décadas por las que pasa el protagonista, en la banda sonora de Forrest Gump encontramos una película única e irrepetible, que parece haberse topado con todos los ingredientes de una buena película en su mejor estado de forma, desde la dirección al guion, pasando por el montaje, la banda sonora o las actuaciones. Todo es memorable.

Trilogía del dólar (Por un puñado de dólares , La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo), de Ennio Morricone

Resulta difícil no considerar la música de la famosa trilogía cinematográfica dirigida por Sergio Leone como una sola obra. No solo por la aparición de los mismos actores o por la época que suponemos que representa. También por la música que la acompaña. Las piezas creadas por Ennio Morricone (compositor también de otras bandas sonoras como Cinema Paradiso, La Misión, Hasta Que Llegó Su Hora o Malèna) han llenado de carisma a toda clase de personajes, interpretando sus silencios o sus recuerdos con una potencia capaz de desarmar al espectador en mitad de un duelo entre pistoleros.

Vals Con Bashir, de Max Richter

Cuando dedicamos un artículo completo a Max Richter, nunca pensamos que iba a ser lo que ahora es. No por falta de talento, ya que a nosotros ya nos había encandilado con Vals Con Bashir tanto como con obras previas como Vladimir’s Blues u On The Nature Of Daylight (utilizada posteriormente en la banda sonora de Shutter Island o de La llegada), pero sin duda que nos fue inesperado el éxito que ha tenido su trabajo en general desde ese entonces.

Desde su revisitación de Las estaciones de Vivaldi, hasta su trabajo poniendo banda sonora a series como The Leftovers o la olvidable Invasión, sin olvidarnos de composiciones creadas a partir de los trabajos de Virginia Woolf.

Pues bien, en Vals Con Bashir ya dejaba ver todo lo que iba a ser capaz de hacer y había hecho antes, convirtiendo la escena del recuerdo recurrente del protagonista y director Ari Folman en algo único y hasta trascendente dentro de su documental de animación.