De tanto echar la vista atrás, retrocedemos 100 años en el tiempo para redescubrir la mejor música de los 20, la década conocida por la gran felicidad que dio a muchos de los ciudadanos de entonces. Sobre todo estadounidenses, ya que fue en este periodo cuando el sueño americano pareció cumplirse más que nunca. Todo era riqueza, burguesía, lavadoras, neveras, tecnología para mejorar la calidad de vida. Un no parar, vaya.
¿Y en lo que a música se refiere? Pues las canciones de los años 20 fueron un buen popurrí, como suele ser habitual en nuestras listas. Al recopilar temas de varios países. Como ya hemos comentado alguna vez al elegir nuestras canciones favoritas de cada década, antes de los años 50, la música no tenía una predominancia lingüística como la hay ahora. De hecho, de haberla habido, era más francesa o italiana que inglesa, pero en España lo que más éxito tenía era el español y así sucesivamente en cada país con su propio idioma. Y sin embargo cada vez era más frecuente recibir la influencia de Estados Unidos sobre todo.
En retrospectiva, la mayoría de nosotros somos capaces de asociar buena música de los años 20 a la década en sí, o recordar de memoria alguna canción destacada de la época. Es lógico, teniendo en cuenta que nos separa de la misma una distancia temporal de 100 años. En cualquier caso, esperamos que este artículo sirva precisamente para que muchas de ellas no caigan en el olvido todavía.
Por último, antes de dar comienzo al repaso y que puedas escuchar nuestra playlist, nos gustaría señalar algo. Si por alguna razón crees que hay poco que rascar en estas décadas previas a lo que entendemos ahora por música pop, piensa que en 1902 Scott Joplin grabó y publicó la canción The Entertainer. Vale que no tiene letra, pero que hay muchas cosas que rescatar en la primera mitad del Siglo XX parece claro.
La mejor música de los años 20: 29 canciones de 1920 a 1929
Para muchos, esta década es conocida como los felices y locos años 20. Esto se debe, principalmente, al institucionalizado sueño americano, a los avances tecnológicos dentro y fuera del hogar, pero no tanto en el cine o en la voz de la mayoría de cantantes de los años 20. Pasar de carromatos a coches y a que cualquier familia pudiera adquirir y consumir, en gran medida. Pero, sin duda, también fueron felices gracias a la canciones famosas de los años 20 y a los bailes asociados.
Eso en Estados Unidos. En Europa podemos hablar de felicidad entre aquellos que vieron que terminaba la Gran Guerra y no perdieron o vivieron en absoluta pobreza. Está claro que hubo un resurgir de ganas de vivir, pero el desgaste que supuso para muchos pasar 4 años en una contienda bélica que lo cambiaba todo respecto a otras guerras lo podemos notar en muchas canciones de los años 20 en español (donde destaca el tango, pero también la jota o la zarzuela).
Eso también lo veremos en la música de los 20 porque la amargura forma parte de muchos artistas, especialmente de cantantes de música negra y de los franceses, que empezaron a adaptar a su savoir faire del cabaret y el vodevil a la música jazz de los años 20. Muchos de ellos siguen siendo mitos hoy en día, con películas sobre su vida que recuerdan sus grandes canciones y estos tiempos tan movidos, o que los representan. Pocos intuirían lo que llegaría década y media después. Y eso sin olvidarnos de la historia latinoamericana, que también tuvo lo suyo y podemos sentirlo con los tangos o los mariachis.
Canciones del año 1920
Mon Homme, de Mistinguett
Original de 1920, la versión de Mistinguett (escrita por André Willemetz y Jacques Charles, y compuesta por Maurice Yvain), es una de la canciones más famosas de los años 20 del siglo pasado.
National Hora, de Abe Schwartz
Una de las cosas más curiosas derivadas de repasar y recuperar música de la década de 1920 es que te encuentras con muchas canciones folclóricas tradicionales. Ese es el caso de National Hora, un canto clásico entre yiddish, hebreos y judíos.
Canciones del año 1921
All By Myself, de Flo Bert
Del año 1921, destacamos únicamente una canción. Es algo que verás también en otros años (en los que titulamos con música y no canciones, para diferenciar). No lo hemos hecho conscientemente, pero ha quedado una lista con un año sí y uno no, básicamente.
Sobre All By Myself (compuesta por Irving Berlin este mismo año), decir que no tiene nada que ver con la canción de Céline Dion (cuya versión original fue compuesta por Eric Carmen en 1975).
En cuanto a Flo Bert, fue una artista del vodevil de la época, considerada por muchos la primera cantante de blues que grabó con una productora de cine (sin ser el suyo uno de los grandes nombres del blues). Otro detalle interesante es que hay quien sugiere que las grabaciones populares asociadas a ella, en realidad son obra de Florence Cole Talbert, una cantante afroamericana.
Canciones del año 1922
Fumando Espero, de Pilar Arcos
La canción popularizada en España por Sara Montiel en forma de cuplé fue, originalmente, un tango compuesto por Juan Viladomat Masanas y Félix Garzo. Entre las muchas voces que lo han interpretado a lo largo del tiempo, nos quedamos con esta versión de la cubana Pilar Arcos.
Tu Sola, de Beniamino Gigli
Aunque hoy en día no levantan tantas pasiones, lo cierto es que los tenores de la ópera siguen petándolo bastante entre su público (que quizá es un poco más escaso que en los años 20). Beniamino Gigli era una de esas estrellas que, aprovechando la repercusión de las grabaciones de discos, lanzó al mercado varias interpretaciones que confirman que es todavía hoy uno de los más grandes tenores operísticos de su tiempo.
Canciones del año 1923
Charleston, de James P. Johnson
James P. Johnson fue una importante figura de transición entre los estilos de piano ragtime y jazz durante los años 20. Su estilo se hizo conocido como Stride. De niño, Johnson estudió música clásica y Ragtime. Comenzó a jugar profesionalmente en una casa de deportes y luego pasó a actuar en fiestas, bares y en el vodevil.
Con el tiempo se hizo conocido como el mejor pianista de la Costa Este estadounidense y participó como acompañante en más de 400 grabaciones, colaborando con cantantes de blues clásico tales como Ida Cox, Ethel Waters y Bessie Smith.
Como dice Wikipedia, el charlestón es una variedad del foxtrot que hizo furor en Estados Unidos durante la década de los 20. Es un baile llamado así por la ciudad-puerto de Charleston (Carolina del Sur), pero que fue popularizado precisamente gracias a este título que formaba parte del espectáculo de Broadway “Runnin’ Wild”.
Canciones del año 1924
Wild Women Don’t Have the Blues, de Ida Cox
Por algunas historias que te hemos contado, quizás hayas intuido que, dentro de Broadway, había dos tipos de Broadway diferentes. En uno de ellos, Ida Cox era una estrella y el tiempo la ha mantenido a ese nivel (sobre todo en Estados Unidos). Cantante y artista de vodevil afroamericana, es hoy en día mejor conocida por sus actuaciones y grabaciones de blues, llegando a ser catalogada entonces como “La reina sin corona del blues”.
Si bien en esta década fue una de las voces más destacadas, su nombre volvió con éxito en los años 60 volvió a sentir la popularidad al grabar y publicar una vez más esta y otras canciones, despidiéndose así del gran público.
La Dolores, de Miguel Fleta
Una de las cosas que me hace cierta gracia de esta época es cómo cambian los nombres y los títulos de algunas canciones en función del año de publicación, de la distribuidora y del país de lanzamiento. En función de esto, por ejemplo, el tenor español Miguel Burro Fleta a veces aparecía acreditado como Michele Fleta o Mischele Fleta.
Su repertorio va de Verdi a Puccini, sin olvidar géneros propios como la jota de La Dolores, composición operística española de Tomás Bretón.
Por cierto, si eres fan de los grupos musicales de los 50, igual te interesa saber que fue el padre del dúo vocal Hermanas Fleta, a quienes quizá recuerdes por su versión del bolero El Chacacha Del Tren.
The Prisoner’s Song, de Vernon Dalhart
¿Recuerdas lo que acabamos de decir sobre los nombres o pseudónimos con los que publicaban algunos artistas durante esta década? Pues Vernon Dalhart también tenía varios: a veces era el Mr. “X”, otras Hugh Donovan o Joseph Elliott, pero lo más peculiar en este caso es que todos estos pseudónimos también fueron utilizados por otros cantantes.
En cuanto a The Prisoner’s Song, dicen que la inspiración de Vernon llegó a través de su primo, Guy Massey, que la cantó cuando estaba en la casa de Dalhart y que, a su vez, la había escuchado de su hermano Robert Massey, que pudo haberla escuchado mientras cumplía condena en prisión. De ahí el título.
Death Letter Blues, de Ida Cox
Cerramos el año 1924 con la cantante con la que lo abrimos. Ida Cox confirma aquí que este no sólo fue su año, también que fue una de las artistas más apreciadas de este periodo y de la que más grabaciones originales existen, como atestiguan los amantes de coleccionar vinilos antiguos.
Canciones del año 1925
Amicizia Mazurka, de Nullo Romani
El violinista y compositor italoamericano Nullo Romani (tras convertirse en ciudadano estadounidense en 1928) tuvo varios éxitos entre 1923 y 1928, grabando decenas de discos con Columbia, aunque entre medias, en 1925, también grabó títulos en dos sesiones con Víctor. Dos datos interesantes, teniendo en cuenta la importancia que por entonces tenían estas discográficas y otras que nacían al amparo de las nuevas tecnologías y mejoras de las ya existentes.
Canciones del año 1926
The Memphis Blues, de Sam Ku West
Sam Ku West fue un guitarrista de acero (sí, sí, has leído bien) que actuó profesionalmente por primera vez como miembro de la banda de directos de Irene West, agregando el apellido “West” a su nombre de nacimiento, Sam Ku, Jr. Después de tocar en Singapur en 1926, el Príncipe George de Inglaterra le dio el nombre de “el Fritz Kreisler de la guitarra de acero”, comparándolo con uno de los mejores violinistas de la historia. También tocó arpa en conciertos, aunque desafortunadamente nunca grabó nada con ella.
Como tantos otros que hemos visto repasando la música de los 20, West realizó una gira por América en el circuito del vodevil y también actuó en el extranjero a lo largo de Asia Oriental y Europa. Grabó en 1927 y 1928 para varios sellos, de los que se conservan 27 grabaciones, falleciendo prematuramente en París en 1930 (a la edad de 23 años).
I’m Sitting On Top Of The World, de Al Jolson
A más de uno, el nombre de Al Jolson les sonará por ser el protagonista de El cantor de Jazz, primera película sonora. Dicha película fue estrenada en 1927, así que podemos imaginar el éxito que precedió a este estreno.
I’m Sitting On Top Of The World es prácticamente un estándar. Una canción que ha sido grabada por voces como la de Dean Martin, Bobby Darin, Les Paul o Mary Ford.
A Media Luz, de Carlos Gardel
Entre las canciones en español más inolvidables de los años 20, A Media Luz posiblemente sea la que más nos guste y la más popular. Un tango que hemos escuchado muchas veces y que corresponde en este caso a Carlos Gardel (por aquel entonces conocido y publicado como Carlitos Gardel). Mucho se ha dicho sobre este título, así que mejor nos callamos y te dejamos que lo escuches con toda tu atención.
Canciones del año 1927
Dark Was the Night – Cold Was the Ground, de Blind Willie Johnson
El cantante y guitarrista de blues y gospel Blind Willie Johnson es considerado uno de los maestros del blues de esta época, particularmente dentro del estilo gospel blues. La principal diferencia respecto a otros clásicos es que Johnson canalizó la expresividad del blues en sus mensajes religiosos.
…Y Reías Como Loca, de Carlos Gardel
En una de las primeras grabaciones existentes de este tema, la i griega era una i latina. La anécdota no da para más, pero resulta interesante ver cómo los títulos y los nombres de los artistas han ido cambiando hasta adquirir su propia forma. Aunque esto no es algo que se quedara con la música de los años 20, porque en los 80 también pasaba con muchas canciones de Alaska, cuyo título en sus canciones más famosas no siempre tiene que ver con el que buscan quienes quieren encontrarlas. El estribillo ha trascendido como título, aunque en origen no siempre lo fuera, así que con el tiempo lo han cambiado.
Purrete De Mi Amor, de Azucena Maizani
Como es lógico durante esta década, no debe sorprender que hablemos una vez más de una cantante y compositora de tango. La argentina Azucena Maizani, tambien conocida como La Ñata Gaucha, es una de las más famosas del periodo que estamos destacando aquí. Así lo demuestra Purrete De Mi Amor.
En Tierra Extraña, de Concha Piquer
Con permiso de Rocío Jurado, puede que Concha Piquer sea la más grande. Su carrera fue siempre triunfal, sus actuaciones y canciones apreciadas, su vida digna de un documental muy largo e interesante. Todavía quedan unos años para que escuchemos Suspiros De España, pero con En Tierra Extraña ya lo daba todo y ofrecía visos de modernidad que ya quisieran unos cuantos hoy en día.
Canciones del año 1928
Watching the Trains Come In, de Vernon Dalhart
Regresa en 1928 Vernon Dalhart. El compositor y cantante estadounidense de country es uno de los nombres más importantes de principios del siglo XX, ofreciendo numerosos éxitos que todavía hoy muchos guardan como oro en paño. La canción Watching the Trains Come In tiene numerosas versiones, incluida la de Jack Pleasants, pero está claro que este hombre era el que más gustaba al público con el estilo que aportaba a cada tema.
La Chaîne, de Damia
En este blog somos muy fans de Damia, como ya vimos en el post sobre la década siguiente. Su carrera no fue demasiado larga y, además, tanto ella como otras cantantes francesas de la época han quedado enterradas bajo el peso de la enorme Édith Piaf. Pero una cosa no quita la otra: que la segunda sea impresionante e inmortal no significa que no podamos recomendar a las demás.
A las pruebas nos remitimos con La Chaîne. Estilos diferentes, asemejados por ser música de los años 20 con una sonoridad muy peculiar, llena de agudos derivados de la calidad de cada grabación.
God’s Warning To The Church, de Josie Miles & Elizabeth Cooper
La primera misionera, la segunda hermana, ambas músicas y monjas. De nuevo, el blues y el vodevil como protagonistas gracias a unas pioneras del género. Un género, por otra parte, que a menudo incluía letras de los himnarios de la iglesia evangelista.
Creole Love Call, de Duke Ellington and His Orchestra
Si eres o has sido un animal nocturno en el pasado, alguien que ha dejado la radio encendida durante las madrugadas, puede que esta melodía de Duke Ellington te suene bastante. Con sus ligeras diferencias, muy ligeras, está claro que estamos escuchando el comienzo de Hablar con hablar, el programa de Gemma Nierga.
Canciones del año 1929
Tired Of Being Mistreated – Part 1, de Clifford Gibson
Llegamos al último año de la década que hemos elegido. Cerramos con 7 canciones de los años 20 que incluyen nombres reconocibles para el gran público. Quizás no el de Clifford Gibson, pero sí el de otros grandes que veremos a continuación.
Respecto a Tired Of Being Mistreated, es su primera canción registrada en vinilo. Un tema de country y blues estándar.
Ilusión, de El Trio Argentino Irusta-Fugazot-Demare
El trío argentino fue en principio un dúo ideado por Francisco Canaro, quien unió a Agustín Irusta y Roberto Fugazot para participar en varios festivales que el sello Odeón realizaba en Buenos Aires, donde Canaro les animaba a unirse al pianista Lucas Demare para darle más empaque a las guitarras y voces de Irusta y Fugazot.
Con el tiempo, realizaron giras por España y otros países de Europa, además de toda Sudamérica y Centroamérica. Su éxito duró hasta 1937, momento en que el trío se separaba, aunque en 1946 volvieron a juntarse en La Habana, Cuba, una última vez.
Knockin’ A Jug, de Louis Armstrong And His Orchestra
De acuerdo a los expertos, lo que escuchamos en Knockin’ A Jug y otros temas de estos años, colocan a Louis Armstrong como el primer gran solista de jazz. Pero no sólo eso: es una de las figuras más importantes e influyentes de la música estadounidense. Grabaciones como esta, destacando sus solos en particular, establecen un estándar que los músicos aún se esfuerzan por igualar en belleza e innovación.
No es una cuestión de lo famosas que son algunas de sus canciones. Estas grabaciones alteraron radicalmente el enfoque del jazz; en lugar de tocar colectivamente, las espectaculares improvisaciones instrumentales (y vocales) de Armstrong redefinieron la música. Ayudó a popularizar el género, pero también técnicas propias del jazz hoy día como el stop-time.
Nobody Knows You When You’re Down and Out, de Bessie Smith
Apodada la “Emperatriz del Blues”, muchos la consideraban la mejor cantante de blues de todos los tiempos (aunque suponemos que siendo 1929 todavía era muy pronto para definirlo). También fue una exitosa artista de vodevil que se convirtió en la artista afroamericana mejor pagada de los locos años veinte.
Como dato no musical, añadir que Bessie murió por las heridas sufridas en un accidente de coche y su tumba estuvo sin marcar durante 33 años, hasta que la cantante Janis Joplin pagó su lápida en 1970.
Lagarterana, de Raquel Meller
Raquel Meller fue una cantante española especializada en el cuplé, la tonadilla y los monólogos. En resumen, una todoterreno con una imagen muy rompedora.
Su éxito fue mucho más allá de nuestras fronteras, convertida en una estrella internacional en las décadas de 1920 y 1930, apareciendo en varias películas y recorriendo Europa y América participando en el circuito del vodevil, donde cantó las versiones originales de canciones conocidas como La Violetera (de la que hablaremos al repasar la música de la década de 1910) y El Relicario.
Zaraza, de Salvador Pizarro Y Su Orquesta Tipica Argentina
De familia con clara vocación musical (era hermano de Manuel Pizarro y Alfredo Pizarro, ambos bandoneonistas, y Domingo Pizarro, guitarrista y cantante), Salvador Pizarro ha pervivido en el tiempo gracias, entre otras cosas, a su tango Zaraza, compuesto por Benjamín Tagle Lara.
Guantanamera, de Joseíto Fernández
Nos despedimos de la música de los 20 con un clásico que con toda seguridad te va a provocar una sonrisa. Estamos ante el cubano José Fernández Díaz, autor de la conocida música de Guajira Guantanamera, que incluía en la letra los versos de José Martí con añadidos suyos que más tarde inmortalizaría aún más la gran Celia Cruz.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.