En un mundo en el que la nostalgia nos arrolla (a medida que pasan los años, con nuevas décadas que añadir a los recuerdos a añorar y de los que sacar merchandising absurdo), parece más necesario que nunca desmitificar las décadas y las generaciones mostrando cómo fueron en realidad. La década de los 2000, por ejemplo, todavía no ha sido excesivamente explotada en términos de mercadotecnia nostálgica, aunque ya han surgido varios festivales de one hit wonders invitados o de grupos que se consideran de la época de Tuenti.
El cine rodado y estrenado en el periodo que la gente tiende a recordar como el mejor de su vida suele ser un buen termómetro (o termostato) de lo que tuvo de realidad y no tanto de lo que el nostálgico reclama porque no puede recuperar: su juventud. Y eso que en esta selección de 50 películas de los 2000 sobre la juventud Millennial (que abarca a los nacidos entre 1981 y 1996 según The New York Times) hay un montón de variedad y para todos los gustos. Desde auténticos bodrios que ya daban vergüenza ajena entonces, hasta comedias vulgares, pasando por cine social o visiones de la sociedad bastante sobrias y hasta deprimentes.
La juventud en los 2000 y la generación Millennial en términos muy generales
La juventud de la década de los 2000, principalmente definida como la generación del milenio, generación Y o directamente los “Millennials”, estuvo (estuvimos) marcada por varios factores clave incluyendo cambios tecnológicos, económicos y culturales significativos.
La tecnología e internet entran en la mayoría de hogares
La tecnología es quizás el factor más distintivo de la generación Y. Los Millennials fueron los primeros en crecer en un mundo donde el acceso a Internet comenzó a ser omnipresente. La democratización de los móviles entre todos los habitantes, que enganchó con el inicio del auge de los smartphones (por aquel entonces todavía traducidos como teléfonos inteligentes entre los que destacaban las Blackberry), la conectividad casi constante (empezabas a tenerla en casa, en el cibercafé durante el tiempo de ocio, en el instituto o la universidad) y la llegada de las redes sociales transformaron fundamentalmente la manera en que esta generación se comunica y consume información, en contraste con todas las anteriores.
El lanzamiento del iPhone en 2007, por ejemplo, marcó un hito significativo, haciendo que dispositivos móviles y aplicaciones se convirtieran en una parte central de la vida cotidiana (aunque en un principio también entre un público muy concreto).
Las burbujas y la crisis económicas
Económicamente, los Millennials se enfrentaron a un nuevo tipo de incertidumbre (aunque repetida en términos de ciclos económicos capitalistas), aunque hay quien definiría la situación como de desafíos varios en forma de crisis, principalmente debido a la recesión económica global que comenzó en 2008 y que vino precedida de una gigante burbuja inmobiliaria y un crecimiento “imparable” (en el caso de España al menos) desde hacía años. Este crecimiento, sobre todo entendido en formato ladrillo y en términos de privatizaciones varias, llevó a partir de la década siguiente a un periodo infame repleto de recortes en todo lo público, desempleo a gran escala (y sobre todo en la juventud) y posteriormente a la lucha de las gentes (término que se extendió en ese momento como sustituto de pueblo) contra todas esas imposiciones que venían de Alemania y su crisis Ninja.
Es decir, este evento tuvo un impacto duradero en sus perspectivas laborales y expectativas financieras, marcando su entrada en el mercado laboral con una incertidumbre económica considerable, que ha derivado en cosas tan básicas como la de la compra de un hogar o en el hecho de verse obligados a migrar a otros países para trabajar.
Cambios culturales y de valores que se aceleran tras el 11-S
Culturalmente, los Millennials siempre han sido descritos como más abiertos y progresistas en comparación con generaciones anteriores, aunque con la edad puede que todo se pudriera, entre bulos varios de internet, la nueva ola feminista que ha llevado a muchos hombres a llorar y victimizarse porque son gente aburrida o muy machista, etc. Pero es que las mujeres también fueron Millennials y los avances sociales son en gran medida suyos, así que también hay que tener en cuenta todo eso en el ahora. Pero bueno, en líneas generales, la mayoría demostró luchar contra la regresía y valorar la diversidad y la inclusión, además de mostrar un apoyo generalizado hacia los derechos de las minorías y las cuestiones de igualdad de género. Aunque no todo puede ser bueno, a los Millennials también se les ha etiquetado como más narcisistas y pendientes de sí mismos que los jóvenes de generaciones anteriores, un rasgo que ha sido objeto de numerosos debates y análisis.
Participación política y cívica (que desemboca en los movimientos de los indignados)
En términos de participación política, los Millennials han demostrado patrones mixtos. Aunque son menos propensos a participar en formas tradicionales de compromiso político como votar en elecciones locales, han mostrado un fuerte interés en movimientos sociales y campañas online, aprovechando su familiaridad con las plataformas digitales para movilizar apoyo y crear cambio.
Esto último, de hecho, tuvo un impacto global y trajo consecuencias a partir de la década de los 2010, con movimientos como el de la Primavera Árabe, el 15M en España, o movimientos similares en otros países inspirados en parte por estos dos, como el de la Movilización mundial del 15 de octubre de 2011, el Movimiento Occupy iniciado en EE. UU., el Yosoy132 en México, etc.
Nuevas formas de consumo y ocio (del cine para adolescentes al streaming)
En el ámbito del ocio, que es el que más importa en este artículo, esta generación ha impulsado cambios en la industria del entretenimiento, prefiriendo consumir contenido digital y en streaming en lugar de formatos más tradicionales, si bien vivió toda la adolescencia quedando los viernes para visitar el cine más cercano a su vivienda (normalmente un centro comercial) para ver cine para adolescentes. Un cine que iba desde la comedia burda o soez a la romántica y sentimental, pero sobre todo al terror centrado en un público concreto (ellos).
Pero claro, a medida que han ido pasando los años, la disponibilidad de tecnología y la democratización de internet que permite el acceso instantáneo a películas, música y otros contenidos en cualquier momento y lugar facilitó la descarga de todo ello sin tener que gastar más dinero (aunque luego muchos se compraban todo en DVD). Desde el ocio al conocimiento, todo estaba disponible en internet… hasta que llegaron las plataformas de streaming y las grandes empresas y corporaciones y el ocio se convirtió en consumo y las conversaciones evolucionaron en otra dirección diferente.
¿Qué tipo de joven te podía tocar ser en la década de los 2000?
Volviendo un poco al tema principal del artículo, diré que la juventud puede ser un concepto amplio y yo he optado por un rango temporal abstracto, aprovechando que abarca varios años y no para todos el mismo. Como verás, mi elección es la de ir desde la edad del instituto hasta los primeros años de universidad o de la vida laboral en esa década.
Según la edad, en el cine de los 2000 podías ser una persona únicamente preocupada por el sexo, o por la popularidad, o estabas deseando vivir una noche loca que defina para siempre el resto de tu vida. La influencia del cine estadounidense estaba a su mayor nivel. Éramos muñecos de trapo en las manos de Hollywood, que imponía su cultura a pasos agigantados.
Pero claro, no todo el cine que triunfó llegó de allí, por suerte, y además también hay excepciones según el género de la película, algo que, dependiendo de la película, también te puede llevar a estar más pendiente de tu futuro laboral, de mantener las amistades o sencillamente de viajar.
- Haz clic para ver la lista completa con todas las películas seleccionadas.
Inadaptado y friki
Paul Tannek (Jason Biggs) y Dora Diamond (Mena Suvari) en “Un perdedor con suerte” (2000)
Paul es un estudiante proveniente de una pequeña ciudad que se acaba de incorporar a una nueva universidad en Nueva York. Es inadaptado en el sentido de que su sinceridad y su actitud poco sofisticada lo ponen en desventaja social en un ambiente universitario donde prevalecen las fiestas y la apariencia. No en vano, el título de “Un perdedor con suerte” en la versión original es “Loser” (es decir, perdedor). Además, Paul es soñador, con grandes esperanzas y aspiraciones que lo mantienen optimista a pesar de las burlas y el rechazo de sus compañeros de cuarto y otros estudiantes.
Por su parte, Dora Diamond, aunque inicialmente podría pensarse que encaja en la categoría de popular debido a su implicación con un profesor y su aparente integración en ciertos círculos sociales, también es en gran medida una inadaptada. Vive en circunstancias difíciles, luchando por mantenerse económicamente y académicamente. Sus sueños y sus esfuerzos por mejorar su vida son centrales en su carácter, y encuentra en Paul un compañero genuino que comprende y valora su autenticidad y sus luchas.
En resumen, Paul y Dora representan a dos inadaptados que encuentran consuelo y comprensión mutua en un entorno que no siempre celebra sus características más sinceras y esenciales. Su relación subraya la idea de que los inadaptados a menudo encuentran su propio camino y su propia comunidad, incluso si es en los márgenes de los círculos sociales más amplios y aceptados.
Esta narrativa era común en las películas de la década de 2000, donde los jóvenes que se sentían alienados a menudo terminaban encontrando un sentido de pertenencia en caminos menos convencionales. Y por eso es el título perfecto para empezar a hablar sobre la juventud de este momento.
Kyle (DJ Qualls) en “Road Trip (Viaje de pirados)” (2000)
Kyle, inicialmente más tímido y menos aventurero que el resto, se ve forzado a salir de su zona de confort. A lo largo del viaje, comienza a tomar más riesgos y a soñar con un rol más activo y audaz, lo que refleja su evolución de inadaptado a alguien que busca superarse.
Cindy Campbell (Anna Faris) en “Scary Movie” (2000)
Cindy es la protagonista típica de las películas de terror que “Scary Movie” parodia. Aunque su rol es principalmente cómico, ella muestra rasgos de ser inadaptada socialmente, a menudo confundida y desorientada, mientras navega por situaciones absurdas y sobrenaturales.
Jim Levenstein (Jason Biggs) en “American Pie 2” (2001)
Interpretado por Jason Biggs, Jim es el eterno inadaptado, continuamente enfrentándose a situaciones embarazosas, especialmente relacionadas con sus experiencias sexuales. En esta secuela, sigue lidiando con los desafíos de su incómoda vida amorosa y su búsqueda de madurez.
Donnie Darko (Jake Gyllenhaal) en “Donnie Darko” (2001)
Donnie es el epítome del inadaptado y soñador. Se enfrenta a visiones perturbadoras y desafía las nociones convencionales de tiempo y espacio, todo mientras navega por la confusa etapa de la adolescencia. Por eso no tardó mucho en convertirse en un clásico de culto entre los jóvenes que se sentían diferentes y ligeramente más inteligentes que el resto de personas de su edad.
Napoleon Dynamite (Jon Heder) en “Napoleon Dynamite” (2004)
Napoleon es un adolescente peculiar y desinteresado en las normas sociales, que sueña con una vida más emocionante y defiende su individualidad en un entorno que no siempre lo comprende. De hecho, no meto a Pedro en ninguna lista porque es un personaje tan especial, que bien podría formar parte de los frikis, los que van de guays, los triunfadores y los perdedores por igual.
Aunque el término friki se empezó a extender en España sobre todo a partir del año 2005, y por tanto no se debería poder aplicar a Napoleon en el momento de su estreno inicial, es un título que le encaja a la perfección del mismo modo que a Donnie Darko le encajaba el de inadaptado y soñador.
Lena Kaligaris (Alexis Bledel) en “Uno para todas” (2005)
Lena Kaligaris es tímida e introspectiva. Su verano en Grecia la lleva a un viaje de auto-descubrimiento y primer amor, desafiando sus propias inhibiciones y la estricta supervisión de su familia. Lena encarna la típica inadaptada y soñadora, que se encuentra a sí misma y a su voz a través del arte y el amor.
Fogell McLovin (Christopher Mintz-Plasse) en “Supersalidos” (2007)
El personaje de Supersalidos Fogell, para siempre recordado como McLovin, encarna varios arquetipos clásicos del cine de comedia adolescente. El nerd que en el español de los 2000 llamábamos friki: socialmente torpe y con intereses que lo sitúan fuera del círculo social de los chicos populares, lo cual le enlaza también con el arquetipo del marginado, a pesar de ser parte del grupo de amigos de Seth (Jonah Hill) y Evan (Michael Cera).
Su deseo de ser aceptado y de encajar lo lleva a asumir riesgos y comportamientos que normalmente no tendría, como obtener una identificación falsa en un intento de reinventarse como alguien misterioso y atractivo, como alguien que intenta con todas sus fuerzas integrarse y ser popular. Esto lleva a lo largo de la película a crear muchas situaciones ridículas y cómicas.
Post-grunge y desganado
Rebecca (Scarlett Johansson) en “Ghost World” (2000)
Aunque menos excéntrica que Enid, Rebecca también muestra signos de rebeldía. Ambas chicas se sienten desconectadas de la cultura mainstream y expresan su desdén por las convenciones sociales y las expectativas adultas. Este arquetipo enlaza mucho más con el espíritu grunge de los 90, resaltando la lucha interna y externa de las adolescentes por encontrar su identidad y sentido de pertenencia.
Sin embargo, lo más interesante de este personaje es que decide aceptar la realidad con la mayoría de edad, siendo una persona que abraza una vida triste y aburrida con la excusa de la madurez. Representa así la sensación de que el cambio es inevitable porque viene con la edad. Su transición hacia la vida adulta, al aceptar un trabajo y considerar mudarse a su propio apartamento, simboliza el fin de la adolescencia y el comienzo de nuevas responsabilidades que dejan vacío a los espectadores (todavía luchando por aferrarse a su identidad juvenil).
Bobby Prinze (Jon Abrahams) en “Scary Movie” (2000)
Bobby es el novio de Cindy, quien encaja en el molde del chico guapo de la escuela, pero con una vuelta de tuerca cómica y una forma de vestir muy heredera del grunge. Su relación con Cindy y sus acciones lo colocan en situaciones humorísticas que subvierten las expectativas del “novio ideal”.
Perroflauta y soñador
Xavier (Romain Duris) y Tobias (Barnaby Metschurat) en “Una casa de locos” (2002)
Xavier, el protagonista de “Una casa de locos”, se podría considerar un soñador en la medida en que abandona una vida planificada y estructurada para embarcarse en una aventura en Barcelona como auténtico perroflauta. Busca algo más allá de lo convencional, anhelando experiencias y buscando una vida en comunidad. Su tiempo en Barcelona le permite reflexionar sobre sus aspiraciones y encontrar su propio camino.
Tobias es un personaje alemán que vive en el apartamento compartido de estudiantes Erasmus en Barcelona y es el más cercano al arquetipo del perroflauta junto al de Cécile de France (Isabelle), si bien todos lo son (es lo que tiene juntar en los 2000 Barcelona con estudiantes universitarios).
Aunque el término perroflauta no se usa directamente en la película, su actitud despreocupada, su estilo de vida bohemio y su apariencia desaliñada lo sitúan en esta categoría. Tobias encarna la contracultura y el espíritu libre que rechaza las normas sociales tradicionales.
Marcos (Óscar Jaenada) en “Noviembre” (2003)
Marcos es el líder del grupo teatral “Noviembre”, y aunque el término perroflauta es más reciente, su personaje representa el espíritu del artista callejero y alternativo. Vive de manera modesta y se dedica al teatro de guerrilla, rechazando las convenciones del teatro comercial y del sistema en general. Su estilo de vida y su compromiso con sus ideales artísticos lo identifican con el arquetipo de perroflauta.
Alex Kerner (Daniel Brühl) y Denis (Florian Lukas) en “Good Bye Lenin!” (2003)
Alex es un soñador que se embarca en una misión casi quijotesca para proteger a su madre de la realidad de la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana. Crea una ilusión elaborada para mantenerla feliz y saludable, imaginando un mundo en el que la RDA aún existe. Su dedicación a esta ilusión, a pesar de su imposibilidad, demuestra su naturaleza soñadora y su deseo de preservar un pasado idealizado en el que su estilo de vida actual parece añorar también ese mundo pasado que no ha llegado a vivir.
Denis, el amigo de Alex, es un aspirante a cineasta que ayuda a Alex en su elaborado engaño para proteger a su madre. Su estilo de vida relajado, su implicación en proyectos creativos y su actitud general también lo alinean con el arquetipo de perroflauta. Vive de manera sencilla y se centra más en sus pasiones que en perseguir una carrera convencional.
Fumeta y colgado
Jesse Montgomery III (Ashton Kutcher) y Chester Greenburg (Seann William Scott) en “Colega, ¿dónde está mi coche?” (2000)
Ambos personajes principales, Jesse y Chester, representan claramente el arquetipo de los fumetas. La trama de la película se basa en su incapacidad para recordar lo que sucedió la noche anterior debido a su consumo de marihuana. Su comportamiento relajado, su conversación despreocupada y sus aventuras absurdas reflejan las características típicas de este arquetipo. La película juega con los estereotipos de los fumetas como individuos con poca preocupación por las responsabilidades y una tendencia a meterse en situaciones cómicas y ridículas.
Su falta de atención a los detalles, su olvido de eventos importantes y su comportamiento distraído son elementos centrales de la trama. Su desconexión con la realidad y la serie de malentendidos y confusiones en las que se ven envueltos son características típicas de los personajes colgados.
Silas P. Silas (Method Man) y Jamal King (Redman) en “Buen rollito” (2001)
Los protagonistas de “Buen rollito”, Silas y Jamal, son claros representantes del arquetipo del fumeta. La premisa de la película se centra en cómo obtienen habilidades académicas extraordinarias al fumar marihuana cultivada con las cenizas de un amigo fallecido. Su actitud relajada, su ingenio y su enfoque en la cultura del cannabis son centrales en la narrativa de la película. Su vida gira en torno al consumo de marihuana y su capacidad para encontrar soluciones creativas a los problemas, aunque a menudo de manera humorística y poco convencional.
Además de ser fumetas, Silas y Jamal también muestran características del arquetipo del colgado. A lo largo de la película, su comportamiento distraído y su tendencia a meterse en problemas debido a su desconexión con las normas y expectativas convencionales son evidentes. Su interacción con el entorno académico y los malentendidos que surgen de sus acciones reflejan este arquetipo.
Explorador y aventurero
Josh Parker (Breckin Meyer) en “Road Trip (Viaje de pirados)” (2000)
Josh es el protagonista que inicia la travesía para evitar que su novia vea el video comprometedor. Su viaje es tanto físico como personal, enfrentándose a múltiples desafíos y creciendo a lo largo del camino.
Julio Zapata (Gael García Bernal) y Tenoch Iturbide (Diego Luna) en “Y Tu Mamá También” (2001)
Los personajes principales en “Y Tu Mamá También” son dos jóvenes que emprenden un viaje por carretera lleno de descubrimientos personales y sexuales, representando la búsqueda de identidad y libertad con una narración un poco más atípica a la que nos suelen acostumbrar los coming-of-age más convencionales.
Erica (Shannyn Sossamon) en “40 días y 40 noches” (2002)
Erica es una chica intrigante que Matt conoce en una lavandería. Aunque no se detalla tanto sobre su vida personal, su disposición a conocer y explorar la inusual situación de Matt sin prejuicios inmediatos muestra rasgos de alguien abierta a aventuras y nuevas experiencias, especialmente en el contexto emocional y relacional.
Bridget Vreeland (Blake Lively) en “Uno para todas” (2005)
Bridget Vreeland es la deportista del grupo de amigas que protagoniza “Uno para todas”. Enérgica y de espíritu libre, su historia en un campamento de fútbol en México muestra su naturaleza aventurera y también explora temas de duelo y vulnerabilidad después de la muerte de su madre, lo que la lleva a enfrentar sus emociones profundas de manera directa.
Popular y básico
Elle Woods (Reese Witherspoon) en “Una rubia muy legal” (2001)
Elle Woods es el arquetipo de la chica popular y algo básica o simple (en apariencia) en el cine de los 2000. Al comienzo de la película, es la presidenta de su hermandad, una líder en la comunidad universitaria, y es admirada por su belleza, estilo y confianza. Elle representa el arquetipo de la popular no solo por su apariencia y estatus social, sino también por su carisma y capacidad para influir en los demás.
Van Wilder (Ryan Reynolds) y Richard “Dick” Bagg (Daniel Cosgrove) en “Van Wilder: Animal Party” (2002)
Van Wilder es conocido en la universidad por organizar las mejores fiestas y ser el alma de la vida social en el campus, Van es carismático, encantador y querido por muchos. Su popularidad se basa en su personalidad extrovertida y su habilidad para hacer que todos se sientan incluidos y divertidos.
Richard es el antagonista que sigue un camino tradicional y predecible hacia el éxito. Está obsesionado con su imagen, estatus y con cumplir las expectativas convencionales de éxito académico y profesional. Su falta de originalidad y su rigidez lo hacen el perfecto contraste con el carácter libre y despreocupado de Van.
Regina George (Rachel McAdams) en “Chicas malas” (2004)
Regina es la líder de “Las Plásticas”, un grupo de chicas populares en la escuela. Su personaje ilustra las dinámicas de poder dentro de los círculos sociales juveniles y el impacto de la popularidad en las relaciones personales. Pero claro, para que exista una popular, en la propia dinámica del grupo debe haber una gregaria, una intermedia y hasta su competidora (válido también en versión masculina), donde destacarían el resto de personajes. A destacar el de Lindsay Lohan (Cady Heron), porque aunque empieza siendo la inadaptada y también intelectual, en la mezcla de todo encontramos a la principal rival para obtener el premio de reina del baile (que también podría ser una categoría más aquí).
Ray Wilkins (Shawn Wayans) y Brenda Meeks (Regina Hall) en “Scary Movie” (2000)
Ray es un personaje que juega con los estereotipos de género y sexo en un contexto humorístico, mostrando características de inadaptación y confusión sobre su identidad y deseos, pero formando parte del equipo de fútbol americano del instituto y del grupo de machotes que gustan a todas las chicas.
También con un giro cómico y paródico, Brenda es la dramática y exagerada novia del quarterback del instituto, siempre lista para aportar su “actuación” en cualquier situación de peligro (dado el tipo de película), sirviendo como alivio cómico al tiempo que parodia los clichés de los personajes femeninos “tontos” en las películas de terror.
Alexander Cabot (Paulo Costanzo) en “Josie y las melódicas” (2001)
Alexander Cabot es el manager de la banda, interpretado por Paulo Costanzo, otro rostro conocido de la época, quien inicialmente está más interesado en el éxito comercial que en la integridad artística de la banda. Aunque su papel no es tan central, sirve como un contrapunto a las chicas, mostrando las tensiones entre el arte y el negocio.
Malote y flipado
E.L. (Seann William Scott) en “Road Trip (Viaje de pirados)” (2000)
Aunque su conducta es más cómica que verdaderamente transgresora, E.L. encarna el espíritu del “malote” con su comportamiento audaz y a menudo irrespetuoso.
E.L. es el bromista del grupo, siempre listo para llevar las cosas al extremo y disfrutar del lado más salvaje de la vida. Su personalidad encaja en el arquetipos varios, pero sobre todo muestra trazos del convencional popular por su carisma y su habilidad para influir en sus amigos.
Steve Stifler (Seann William Scott) en “American Pie 2” (2001)
Stifler es el arquetipo del malote dentro de un contexto de comedia, con su personalidad excesiva y a menudo grosera, marcando su presencia con comportamientos extremos. Excesivo y grosero, Stifle se dedica casi siempre a crear payasadas extremas y a ofrecer una energía desbordante que a menudo llevan a los demás a problemas cómicos y a veces caóticos.
Por eso, aunque Stifler es esencial para la comedia de la película, proporcionando la mayor parte de la acción impulsiva y sin filtro, en realidad es un personaje impresentable.
Luchador e inconformista
Derek Reynolds en “Espera al último baile” (2001)
Interpretado por Sean Patrick Thomas, Derek es un estudiante de la misma escuela secundaria a la que Sara se traslada. Es inteligente, carismático, y tiene aspiraciones de ir a la universidad de medicina. Además de ser un excelente bailarín, Derek trabaja duro para superar los estereotipos y las expectativas sociales sobre los jóvenes negros de su comunidad.
Jess Bhamra en “Quiero ser como Beckham” (2002)
Jess es una joven apasionada por el fútbol que lucha contra las expectativas culturales y familiares para perseguir su sueño de jugar profesionalmente, demostrando gran determinación y valentía.
Joseph Summers (Tyrese Gibson) en “Baby Boy” (2001)
Joseph “Jody” Summers encaja en la categoría de luchador y determinado, aunque su lucha es más interna y con circunstancias socioeconómicas adversas. A lo largo de la película, se enfrenta a desafíos que ponen a prueba su capacidad de cuidar de sí mismo, sus hijos y las mujeres en su vida. Su determinación se revela en su lucha por superar su propio comportamiento inmaduro y su tendencia a evadir responsabilidades.
Al mismo tiempo, Jody también muestra características de un inadaptado y soñador. Vive aún con su madre y sueña con un futuro mejor, pero le cuesta mucho trabajo hacer los cambios necesarios para lograrlo. Tiene ambiciones, como vender ropa diseñada por él, lo que refleja sus aspiraciones creativas y sus sueños de una vida más estable y exitosa.
Devon Miles (Nick Cannon) en “Drumline” (2002)
Devon Miles es el protagonista de la película, un joven que viene de Harlem y que muestra un talento natural para la percusión. Su deseo de destacar y ser el mejor en lo que hace lo categoriza como un luchador sin ninguna duda. Sin embargo, su viaje en la universidad también lo enfrenta a la necesidad de aprender a ser parte de un equipo, lo que lo pone en conflicto con las normas establecidas y con otros miembros de la banda.
Carmen Lowell (America Ferrera) en “Uno para todas” (2005)
Carmen Lowell es un personaje sensible y apasionado que intenta convertir su verano en algo positivo. Su situación, sin embargo, le lleva a enfrentar las nuevas dinámicas familiares cuando visita a su padre y este le presenta su nueva familia. Carmen lucha con sentimientos de abandono y rechazo, demostrando ser una luchadora determinada por su derecho a ser escuchada y valorada.
Realista y pragmático
Ellie (Rachel Clift) en “Mutual Appreciation” (2005)
Ellie, la novia de Lawrence en la película, representa el arquetipo de la realista pragmática, alguien que trata de mantener el equilibrio y la sensatez en su relación y en la vida en general, siendo el gran apoyo incondicional para Lawrence y, en cierta medida, para Alan, proporcionando estabilidad y consejo, a pesar de enfrentarse a sus propios dilemas y dudas, que debe decidir entre seguir con la estabilidad actual o explorar nuevas posibilidades..
Reflexivo e introspectivo
Matt Sullivan (Josh Hartnett) en “40 días y 40 noches” (2002)
Matt Sullivan es un joven que intenta recuperarse de una ruptura emocionalmente devastadora mediante un voto de celibato. Su decisión refleja un deseo de reinventarse y de buscar una nueva dirección en su vida, características típicas de un soñador que le llevan a aparecer en esta lista dentro del grupo de los reflexivos e introspectivos.
Al mismo tiempo, su elección lo convierte en un inadaptado dentro de su círculo social, donde sus amigos y compañeros de trabajo no entienden ni apoyan su abstinencia, convirtiéndolo en el blanco de bromas y apuestas. Esos personajes formarían parte del grupo de básicos, siendo la exnovia una violadora que en el año 2002 era vista como una persona normal, si acaso malvada, pero sin ninguna gravedad más allá del conflicto romántico de la película.
Tibby Rollins (Amber Tamblyn) en “Uno para todas” (2005)
Interpretada por Amber Tamblyn, Tibby es la cineasta aspirante del grupo, quien pasa el verano trabajando en un documental sobre las personas en su vida. Cínica y algo retraída al inicio, Tibby representa el arquetipo intelectual y crítico, especialmente en cómo aborda su proyecto de documental y su amistad con una niña que enfrenta una enfermedad terminal.
Artístico, creativo y especial
Amélie Poulain (Audrey Tatou) en “Amélie” (2001)
Amélie, que también podría estar en el listado de inadaptados, frikis y sobre todo soñadores, también encaja en el apartado de jóvenes creativas. E una joven introvertida y fantasiosa que se deleita en la simpleza de los pequeños placeres de la vida. Vive en un mundo personalizado lleno de imaginación y maravilla, y utiliza su creatividad para alterar la vida de aquellos a su alrededor de maneras positivas y sorprendentes. Su sensibilidad artística no solo se muestra en cómo percibe el mundo, sino también en cómo decide interactuar con él, creando intricadas trampas y juegos para ayudar y animar a los demás.
Además de su faceta artística y creativa, Amélie también puede ser vista como una soñadora e inadaptada. Ella se siente aislada de la sociedad debido a su timidez y peculiar enfoque en la vida, y sueña con formas de romper su aislamiento conectando con otros de manera indirecta. Su visión del mundo es única, y su deseo de afectar positivamente la vida de las personas sin reconocimiento revela su profundo sentido de empatía y justicia.
Enid (Thora Birch) en “Ghost World” (2001)
Enid es una joven que no se conforma con las expectativas sociales y encuentra consuelo en el arte y la expresión creativa, luchando por encontrar su lugar en el mundo mientras mantiene su individualidad artística.
Josie McCoy (Rachael Leigh Cook), Valerie Brown (Rosario Dawson) y Melody Valentine (Tara Reid) en “Josie y las melódicas” (2001)
Josie McCoy: Interpretada por Rachael Leigh Cook, Josie es la líder y vocalista de la banda. Ambiciosa y talentosa, su personaje representa el espíritu artístico y creativo, luchando por mantener su autenticidad en una industria que busca manipularla.
Valerie Brown: Interpretada por Rosario Dawson, Valerie es la bajista de la banda y frecuentemente la voz de la razón dentro del grupo. Aunque es creativa y musicalmente dotada, también muestra rasgos de ser intelectual y crítica, especialmente en su escepticismo hacia la repentina fama de la banda y las verdaderas intenciones detrás de su éxito.
Melody Valentine: Interpretada por Tara Reid, Melody es la baterista y el personaje más alegre y desenfadado del grupo. Aunque parece estar menos consciente de las maquinaciones alrededor de la banda, su enfoque simple y directo a la vida a menudo resulta en percepciones profundamente intuitivas y genuinas, encajando en el arquetipo de inadaptada y soñadora.
Sara Johnson (Julia Stiles) en “Espera al último baile” (2001)
Sara es una bailarina aspirante cuya madre acaba de fallecer en un accidente. Tras mudarse a un barrio mayoritariamente negro, Sara intenta adaptarse a su nuevo entorno y reavivar su sueño de convertirse en bailarina profesional. Ella representa el arquetipo de la artística y creativa, enfrentando y superando desafíos personales y culturales a través de su pasión por la danza.
Alan (Justin Rice) en “Mutual Appreciation” (2005)
Alan es un músico que se ha mudado a Nueva York con la esperanza de lanzar su carrera musical. Encaja en el arquetipo del soñador, ya que está lleno de aspiraciones artísticas y creativas, pero lucha con la realidad de alcanzar el éxito y la estabilidad. Su vida está en un estado de transición, sin un rumbo claro.
Esta falta de dirección refleja el arquetipo del vagabundo emocional, alguien que sigue sus pasiones sin una estructura sólida, del mismo modo que muestra características del romántico desilusionado, alguien que tiene ideas idealizadas sobre el amor y la vida artística, pero que enfrenta las dificultades prácticas de realizarlas.
Idealista y crítico con el sistema
Markus en “Los Edukadores” (2004)
Markus es un personaje que desafía el sistema establecido con ideales políticos fuertes, buscando cambiar el mundo a través de actos de rebelión no violenta. Representa, así, a los jóvenes activistas que buscaban cambiar el mundo en aquellos años, desafiando el orden social y económico establecido a través de actos de rebelión pacífica.
Jamal Malik en “Slumdog Millionaire” (2008)
A pesar de enfrentar adversidades extremas desde una edad temprana, Jamal mantiene una actitud generalmente positiva y usa su ingenio y conocimiento para superar obstáculos y finalmente lograr un cambio significativo en su vida.
Existencialista
Alex Browning (Devon Sawa) y Clear Rivers (Ali Larter) en “Destino final” (2000)
Alex Browning tiene la visión premonitoria del desastre del avión, lo que lo coloca en un papel único donde su percepción y sus decisiones son fundamentales para la supervivencia de los demás. Su personaje ilustra la ansiedad y la responsabilidad de tener conocimientos que otros no poseen.
Clear Rivers es el otro personaje principal que rápidamente acepta la realidad de las visiones de Alex y trabaja con él para tratar de burlar la muerte. Ella muestra una mezcla de determinación y sensibilidad hacia las fuerzas que no comprende completamente, pero que está dispuesta a enfrentar.
Juventud marginada y olvidada
Lilja (Oksana Akinshina) en “Lilja Forever (Lilja 4-ever)” (2002)
Lilja es abandonada por su madre, se queda sola en un entorno socioeconómico desfavorecido en un país de la antigua URSS y lucha por sobrevivir cada día hasta que parece encontrar el amor en un hombre extranjero. Este la engaña y se la lleva a Suecia para explotarla sexualmente. El tráfico sexual reflejan la vulnerabilidad y el abandono que enfrentan muchas mujeres en situaciones similares. Lilja representa la desesperanza y la explotación de la juventud en contextos de pobreza y desamparo.
Es una de las películas más duras y tristes de la década.
Bilal (Firat Ayverdi) en “Welcome” (2009)
Bilal es un joven migrante kurdo que intenta llegar a Inglaterra desde Francia para reunirse con su novia. En esa lucha, Bilal enfrenta innumerables obstáculos y peligros en su intento por cruzar el Canal de la Mancha, simbolizando la lucha y la deshumanización de los jóvenes migrantes que buscan una vida mejor fuera de sus países de origen.
Young-goon (Im Soo-jung) y Il-soon (Rain) en “Soy un cyborg” (2006)
Young-goon, una joven que cree ser un cyborg, representa a la juventud marginada y olvidada dentro del contexto de un hospital psiquiátrico. Su percepción distorsionada de la realidad y su desconexión con la sociedad reflejan el aislamiento y la falta de comprensión que enfrentan muchos jóvenes con enfermedades mentales. Su personaje destaca la marginación de aquellos que no encajan en las normas sociales y son relegados a los márgenes de la sociedad.
Il-soon, otro paciente del hospital, da muestras de un fuerte comportamiento antisocial. Además, sus habilidades para robar las características de otros pacientes reflejan su lucha por encontrar una identidad que le conecte con un entorno que lo ha marginado.
La relación entre Young-goon e Il-soon muestra cómo dos personas marginadas pueden encontrar apoyo y entendimiento mutuo en medio de su aislamiento.
Queer
Aunque en los 2000 los temas queer podían ser motivo de burla o motor de situaciones cómicas paródicas (véase Scary Movie), también se empezó a dar una mayor visibilidad a todo el movimiento LQTBIQ+, ofreciendo la visión de sus protagonistas (como ya hizo Boys Don’t Cry en 1999), dando referentes dentro del mundo de la ficción y contando con nuevas perspectivas no tan vistas sobre todo dentro de la juventud.
Es obvio que lo “queer” no es una personalidad, pero creo que requiere un apartado destacado porque, en concreto las películas mencionadas a continuación, muestran multitud de realidades que enlazan con la propia sexualidad de sus protagonistas, incluso entre los que se considerarían cishetero, por ejemplo.
Los personajes principales en “Shortbus” (2006)
Esta película explora en profundidad las vidas sexuales y románticas de varios personajes, con una representación explícita y no convencional de la diversidad sexual y de género, abrazando una amplia gama de identidades queer.
- Sofia Lin (Sook-Yin Lee), una sexóloga que nunca ha experimentado un orgasmo, lo cual crea una disonancia entre su vida profesional y personal, y que comienza un viaje en el que descubrir y comprender su propia sexualidad. Su viaje es tanto físico como emocional.
- James (Paul Dawson) y Jamie (PJ DeBoy) son una pareja gay en una relación abierta, pero enfrentan problemas de comunicación y conexión emocional. Representan a la pareja que, a pesar de la apariencia de una relación perfecta, lucha con problemas subyacentes de intimidad y confianza. James, en particular, lidia con depresiones profundas y pensamientos suicidas, reflejando un deseo de conexión más allá de lo físico.
- Severin (Lindsay Beamish) es una dominatriz que también es una fotógrafa de arte. Su trabajo y su vida personal están marcados por un distanciamiento emocional. Como artista torturada, Severin utiliza su arte como un medio para explorar y expresar su dolor y alienación. Su relación con Sofia la lleva a confrontar sus propios miedos y anhelos.
- Caleb (Peter Stickles) es un voyeur que observa a James y Jamie, desarrollando una obsesión con ellos. Representa el arquetipo del observador solitario, alguien que participa en la vida de otros de manera indirecta, buscando conexión y sentido a través de la observación en lugar de la participación activa.
Los personajes principales en “La burbuja (Solos contra el mundo)” (2006)
En “La burbuja (Solos contra el mundo)”, película dirigida por Eytan Fox, encontramos a un grupo de jóvenes viviendo en Tel Aviv en uno de los barrios más pijos de la ciudad (conocido como la burbuja), un ambiente moderno y cosmopolita, pero siempre a la sombra del conflicto israelí-palestino. Los personajes principales de esta película son Noam, Lulu, y Yali, quienes comparten un apartamento, y Ashraf, un joven palestino que se involucra sentimentalmente con Noam.
Si bien cada personaje podría formar parte de una categorización anterior (como ya decía en la introducción de este apartado), creo relevante hablar de todos ellos aquí:
- Noam, el idealista y transformador personaje que trabaja en una tienda de discos y hace el servicio militar en un puesto de control en la frontera. Tras conocer a Ashraf, un joven palestino, durante un incidente en la frontera, Noam se enamora de él y busca formas de integrarlo en su vida en Tel Aviv. Noam es un personaje que representa el idealismo, buscando un mundo donde las diferencias políticas y culturales puedan superarse en favor del amor y la amistad.
- Lulu, artística y creativa, es la amiga y compañera de apartamento de Noam, trabaja en una tienda de belleza y busca el amor en varios lugares equivocados. Lulu representa la búsqueda artística y creativa de la felicidad personal, incluso mientras vive en un ambiente social y políticamente cargado.
- Yali, el más convencional y con una mayor personalidad de popular, es el gerente de un café y también compañero de apartamento, Yali a menudo sirve como el elemento unificador del grupo, aunque enfrenta sus propios desafíos, especialmente cuando inicia una relación con un hombre mucho más joven. Su popularidad y carisma le ayudan a mantener unido el grupo.
- Ashraf, el personaje menos definido en la película más allá de su sexualidad (y de tener la realidad más compleja según el propio film). Su relación con Noam es el centro de la trama y representa el cruce de barreras culturales y sociales. Ashraf enfrenta retos significativos como un hombre palestino gay en una sociedad conservadora, así como en su interacción con el ambiente más liberal de Tel Aviv.
El cine terror para adolescentes en la década de los 2000
La Final Girl
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- Ejemplo: Laurie Strode en “Halloween: Resurrection” (2002).
- Características: La chica que sobrevive hasta el final enfrentando al asesino. Es valiente, inteligente y a menudo tiene una moral más fuerte que sus compañeros.
El atleta
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- Ejemplo: Trey en “Destino final” (2000).
- Características: El chico popular y atlético del grupo. A menudo es valiente, pero puede ser impulsivo y arrogante.
La chica popular
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- Ejemplo: Paige Edwards en “La casa de cera” (2005).
- Características: La chica atractiva y popular que suele ser superficial pero también muestra momentos de vulnerabilidad.
El nerd/intelectual
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- Ejemplo: Seth Cohen en “Leyenda urbana 2” (2000), aunque se puede ver una transición de este arquetipo desde la primera en 1998 y en personajes similares en películas de los 2000.
- Características: El personaje inteligente que a menudo descubre detalles importantes sobre el asesino o la maldición.
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El alivio cómico
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- Ejemplo: Franklin Hardesty en “La matanza de Texas: El origen” (2006).
- Características: El personaje que proporciona alivio cómico. A menudo no se toma la situación en serio hasta que es demasiado tarde.
La primera víctima
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- Ejemplo: Amanda en “Saw” (2004), aunque su personaje evoluciona en la serie.
- Características: A menudo es una chica (aunque puede ser chico) que muere al principio de la película para establecer el tono y la amenaza del asesino.
El forastero/misterioso
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- Ejemplo: Carly Jones en “La casa de cera” (2005).
- Características: Un personaje que no es parte del grupo principal, a menudo tiene información crucial o una conexión con el villano.
El asesino/antagonista
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- Ejemplo: Jigsaw en “Saw” (2004), Jason Voorhees en “Jason X” (2001).
- Características: El villano central con una historia o motivo específico para su matanza. A menudo tiene una apariencia icónica o un método de asesinato distintivo.
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Encuentra más películas en mi lista de Letterboxd.
El cine Millennial que vino después de los 2000
Mención especial para una película que abría el camino a una nueva generación que todavía formaría parte de esta, pero con otro camino por abrir, como es Las ventajas de ser un marginado, película estrenada en 2012 y convertida en clásico de culto entre sus fans. En ella se llegaban a hacer amigos tres tipos de inadaptados y soñadores que, como en la serie Freaks and Geeks (1999–2000), mostraba un tipo de adolescencia diferente a la habitual en las pantallas, y quizás por eso también mucho más cercana a sus espectadores.
De este mismo modo lo fue, aunque a posteriori seguramente, la película Scott Pilgrim contra el mundo (2010), donde en realidad los adolescentes ya eran un poco más creciditos y mostraban otro lado del espectro con personajes mucho más cretinos en cierto modo.
(Madrid, 1987) Escritor de vocación, economista de formación, melómano, cinéfilo y amante de la lectura, pero más bien amateur.